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Por Bosco Esteruelas *
Desde Bruselas

La OTAN dará paso finalmente esta semana a una de las reformas más amplias de sus estructuras de mando para hacerlas flexibles y dinámicas en consonancia con los nuevos retos fuera de su área geográfica. Los ministros de Defensa aliados darán luz verde, en principio mañana en Bruselas, a la reorganización interna, que supone el ascenso de la base militar de Retamares (Madrid) a la categoría de cuartel general de las fuerzas terrestres en el sur de Europa.
Retamares era hasta ahora uno de los mandos subregionales conjuntos del sur, junto con Verona (Italia), Larissa (Grecia) e Izmir (Turquía). Los cuatro desaparecen en esa función con la reforma. El gobierno español temía perder Retamares cuando comenzaron las negociaciones hace un año. La base madrileña fue promocionada a raíz de la decisión española de permanecer en la estructura militar de la OTAN hace cinco años. “Se trata de la reforma más radical jamás habida desde la creación de esta organización. La eficacia militar será el único criterio en la elección”, manifestó su secretario general, George Robertson. “No está cerrada pero confío que lo esté cuando los ministros se reúnan mañana”, declaró ayer un alto funcionario atlántico, quien reconoció que aún hay problemas porque son “temas sensibles política, económica y militarmente”. La fuente no excluyó “decisiones interinas, pero eso sería la peor solución”.
En el corazón de la discordia están España, que pese a lograr el ascenso de Retamares se resiste a la desaparición de Torrejón como uno de los Centros de Operaciones Combinadas Aéreas (CAOC), y Grecia, que presiona para lograr algo más de la torta a repartir y que pierde su base de Larissa. Los CAOC se reducirán de 10 a cuatro y estarán en Dinamarca, Alemania, Italia y Grecia.
El mando supremo en el Atlántico Norte (Saclant), en Norfolk (Virginia, EE.UU.), se responsabilizará de la transformación de la nueva OTAN y de supervisión de misiones. El del sur, SHAPE, en Mons (Bélgica), asumirá el mando estratégico de operaciones. De éste dependerán directamente tres cuarteles generales en Europa: Nápoles, Lisboa y Brunssum (Holanda). En el área del Mediterráneo, además de Retamares, responsable de fuerzas terrestres, se incluye Izmir, para las fuerzas aéreas, y Nápoles, para las navales. Los tres dependerán directamente del cuartel general de Nápoles.
La reforma incluye, además, la creación de seis cuarteles de alta disponibilidad terrestre ya asignados, entre ellos el de Bétera (Valencia), y otros marítimos, en el que figura el buque “Castilla” con base en Rota (Cádiz).

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.