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Después de casi dos semanas de cierre, todos los bancos de Chipre volverán a abrir hoy sus puertas. Sin embargo, sus movimientos estarán sujetos a restricciones más duras de las que se habían previsto. Mientras, y según informó ayer una portavoz del Banco Central chipriota, Aliki Stylianou, el gobierno de Chipre y la troika de acreedores –la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)– decidieron despedir a las juntas directivas de las dos mayores instituciones financieras del país: el Banco de Chipre y el Laiki.

Con un fuerte despliegue de seguridad, se realizará la reapertura de los 26 bancos del país, que abrirán sus puertas por primera vez desde el 16 de marzo. La actividad bancaria será retomada con restricciones a los movimientos de capital, más duras de lo esperado. A pesar de que volverán a permitirse órdenes de transferencias periódicas para el pago de salarios y retomará su funcionamiento el sistema de banca online, posibilitando que los empleados reciban sus sueldos, se decidió imponer límites a las transferencias al extranjero y condiciones que regularán la venta de inmuebles y la liquidación de negocios exportadores. Según las medidas anunciadas el martes a la noche por el Banco Central de ese país, que se aplicarán por un período inicial de cuatro días, pero que podrían extenderse por más tiempo, los pagos y los giros al extranjero quedaron limitados a cinco mil euros por mes, por persona y por banco, y los viajeros que dejen Chipre no podrán llevar consigo más de tres mil euros en efectivo, anunciaron ayer los diarios Phileleftheros y Katherimini. En tanto, para cantidades de hasta 200 mil euros se requerirá una autorización del Banco Central.

Ante esta situación, cada chipriota que salga al extranjero podrá llevar como máximo mil euros en metálico y no se permitirá sacar antes de tiempo los depósitos a plazo fijo. Los chipriotas que estudien en el extranjero no podrán recibir más de cinco mil euros procedentes de Chipre cada trimestre. El diario inglés The Independent precisó que dentro de las iniciativas también están previstas medidas como la suspensión de la mayoría de las transferencias electrónicas en el exterior, con algunas excepciones para las importaciones, un límite de cinco mil euros por mes en gastos con tarjetas de crédito en el exterior, la prohibición del pago con cheques, aunque la gente podrá depositar dinero en cuentas, y una restricción de 300 euros por día en extracciones realizadas en cajeros automáticos o a través de la ventanilla del banco.

Las entidades bancarias de la isla mediterránea debían inicialmente reabrir el martes, pero el Banco Central del país decidió esperar hasta hoy para implementar medidas que eviten que los chipriotas vacíen sus cuentas. Al tiempo, los clientes de los dos principales bancos del país, Banco de Chipre y el Popular (Laiki Bank), no pueden sacar respectivamente más de 120 y 100 euros por día. Estos dos bancos están incluidos en el plan de rescate negociado entre las autoridades chipriotas y los acreedores de la troika. El Laiki Bank desaparecerá y las cuentas del Banco de Chipre que superen los 100 mil euros sufrirán en principio una imposición en torno del 40 por ciento. “Cada día en que el sistema bancario está cerrado, la confianza de las personas disminuye y quieren retirar su dinero, así que estamos obligados a imponer esas restricciones a los movimientos de capital”, explicó el presidente del Banco Central, Panicos Demetriades.

De cara a la reactivación de la actividad bancaria, el BCE envió cerca de cinco mil millones de euros en metálico en ayuda de emergencia al Banco Central chipriota. En tanto, el gobierno de Chipre y la troika decidieron despedir a las juntas directivas de las dos mayores instituciones financieras del país. El Banco Central nombró a una administradora para dirigir el desmantelamiento del Laiki y otro para el Banco de Chipre. También circularon versiones que anunciaban una posible dimisión del presidente del Banco Central.

El martes se produjeron manifestaciones de empleados de estos dos bancos, así como de estudiantes. El presidente conservador de Chipre, Nicos Anastasiadis, que reemplazó hace menos de un mes al comunista Demetris Christofias, dijo estar dispuesto a implementar una comisión encargada de determinar las responsabilidades en el desastre que azota al sistema bancario y a la economía chipriotas. Varias empresas de la isla tienen dificultades en funcionar normalmente y muchas de ellas podrían verse “abocadas a la quiebra”, según la Cámara de Comercio de ese país. Las medidas adoptadas para impedir la fuga de capitales pueden también afectar las cuentas que poseen en Chipre los extranjeros, en particular los rusos. Los haberes rusos en Chipre superan los 20 mil millones de euros, según estimaciones de Moody’s, y se verán seriamente amputados por las medidas del plan de rescate.

Los temores suscitados por la situación en Chipre hicieron caer el martes el principal índice de la plaza de Atenas en 4,9 por ciento. Algo similar sucedió ayer cuando la Bolsa de ese país cerró con una pérdida de 3,99 por ciento. También Grecia teme que la situación en la isla pueda tener graves consecuencias para su economía. Por su parte, el euro bajó por debajo de 1,28 dólar, por primera vez desde hace cuatro meses, reflejando el clima de incertidumbre en la Zona Euro.