Martes, 18 de junio de 2013 | Hoy
EL MUNDO › FRANCISCO RECIBIó AL PRESIDENTE VENEZOLANO EN SU GIRA POR EUROPA
Entre los temas que abordaron estuvo la situación de Venezuela tras la muerte de Chávez y la lucha contra la pobreza –Maduro recibió un premio de la FAO–. Caracas busca ampliar su relación comercial con Roma.
Por Elena Llorente
Una intensa agenda llevó a cabo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Italia y el Vaticano, en su primera visita a Europa. En dos días de encuentros al más alto nivel se habló de la situación de su país y de la región, de las relaciones con la Iglesia y la comunidad italiana en Venezuela, de sus intenciones de profundizar la cooperación agroindustrial y petrolera con la península. Recibió además, junto a otros nueve países latinoamericanos, un prestigioso premio de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) porque Venezuela disminuyó el hambre a la mitad antes de 2015, fecha establecida como meta del Milenio por Naciones Unidas.
Pero el encuentro más importante fue tal vez el que mantuvo con el papa Francisco, quien lo recibió en audiencia privada el lunes por la mañana en el Vaticano. De la delegación que lo acompañaba formaban parte, entre otros, su esposa, Cilia Flores, y el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua –que se encuentra por su parte haciendo una gira por algunos países europeos–. Después de haber saludado al grupo en la Sala del Tronetto del Palacio Apostólico, el papa Francisco y el presidente Maduro pasaron a la Biblioteca, donde los pontífices normalmente realizan las audiencias privadas. El presidente venezolano y el pontífice estuvieron reunidos unos 20 minutos y en un clima de “gran cordialidad” tocaron varios temas, según el comunicado oficial del Vaticano que no entró en los detalles sobre qué se dijeron exactamente. Entre los puntos abordados estuvo la situación social del país luego de la muerte de Hugo Chávez, la lucha contra la pobreza y contra la criminalidad y el narcotráfico, además de la situación política regional, en particular el proceso de paz en Colombia. Pero también hablaron de las relaciones entre la Iglesia y el Estado en Venezuela y el Papa insistió en la necesidad de un diálogo sincero y constante entre la Conferencia Episcopal y el Estado venezolano “para el desarrollo de la entera nación”, precisó el comunicado
No perdió tiempo la oposición venezolana cuando se trató del papa Francisco. Según una agencia de prensa italiana, la oposición le había mandado poco antes una carta al pontífice explicándole su posición. A la vez, ayer apareció en uno de los diarios más importantes de Italia, La Repubblica de Roma, un aviso pagado por la opositora Mesa de Unidad Democrática, que reprodujo la exhortación que el pontífice hizo en ocasión de las elecciones venezolanas y de los disturbios callejeros en abril pasado. El pontífice había manifestado su preocupación y solicitado al pueblo y a las autoridades que rechazaran la violencia y establecieran el diálogo. “Gracias, Santidad, por su interés en Venezuela. Este mensaje sigue siendo actual”, escribió en el aviso la gente de la MUD.
Luego del encuentro bilateral se entregaron los regalos. Un retrato de Simón Bolívar y una imagen de la virgen de Coromoto para el Papa, además de una pequeña estatua del médico José Gregorio Hernández, muy venerado en Venezuela. “Esperamos su canonización porque es un santo del pueblo”, dijo Maduro. Por su parte Francisco, como está haciendo últimamente con los exponentes de América latina, le obsequió el documento del obispado latinoamericano elaborado en Aparecida, Brasil, en 2007, y que ha pasado a ser un símbolo para la Iglesia de la región. “Es un honor. Estoy muy feliz de conocerlo, gracias por todo lo que está haciendo. Estoy muy impresionado”, fueron las primeras palabras de Maduro al papa Francisco.
Por la tarde de ayer, Maduro fue recibido por el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, un encuentro que no pasó a mayores tratándose de una visita de cortesía por el hecho de estar en territorio italiano. Pero el ministro Jaua no perdió la oportunidad de encontrar por su parte a su colega Emma Bonino, con quien discutió sobre varios temas de mutuo interés, como la profundización de la cooperación a nivel industrial, en particular agroindustrial, ya que Venezuela, como dijo ayer Maduro en la FAO, está intentando relanzar su agricultura.
En efecto, al recibir el premio que le dio la FAO junto a otros 37 países de todo el mundo, Maduro pidió la asistencia técnica de la organización internacional para relanzar su agricultura que había sido abandonada, dijo, por quienes sólo pensaban en el petróleo.
Pero el tema del petróleo, de todas maneras, no fue descuidado por la agenda de Maduro, sabiendo que Estados Unidos, uno de sus principales compradores, cada vez le compra menos y que Venezuela ha entendido la importancia de diversificar sus clientes. “La cooperación energética entre Italia y Venezuela es muy importante para el futuro de los dos países. La alianza entre Pdvsa y la italiana ENI nos dará estabilidad energética para los próximos cien años”, dijo el presidente, quien explicó que estaba en Roma también para “consolidar esta alianza con Italia”. En efecto, él y el ministro del Petróleo, Rafael Ramírez, se encontraron ayer con Paolo Scaroni, el máximo exponente del ENI –el ente petrolero italiano–, para hacer un balance de la cooperación en este sentido, en particular sobre el yacimiento de gas de Perla, uno de los más grandes del mundo, y el de petróleo de Junín. No podía faltar en este pasaje de un presidente venezolano por Roma, la visita a Monte Sacro, el lugar donde Simón Bolívar en 1805 juró liberar a Venezuela del dominio español. “Esta colina es sagrada. Aquí hay olor a los dos gigantes, Bolívar y Chávez”, dijo Maduro al rendir homenaje al busto del prócer de la independencia.
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