Desde Jerusalén

Funcionarios israelíes reaccionaron con ira ante la decisión de la Unión Europea de prohibir la financiación de proyectos en asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén oriental. Las nuevas pautas acordadas por la UE significan que los Estados miembro deberían pedir garantías a Israel de que los asentamientos y las instituciones ubicados en tierra ocupada desde 1967 están excluidos de cualquier iniciativa futura. Un funcionario israelí describió la medida, que entrará en vigor el viernes, como un terremoto para las relaciones UE-Israel. Los palestinos, mientras, saludaron la medida.

La noticia les prohíbe a los 28 Estados del bloque europeo pro-veer cualquier subsidio, premio e instrumento financiero financiado por la UE que beneficie a alguien en los asentamientos. Estos últimos están construidos en lo que es internacionalmente considerado tierra palestina y son ilegales bajo la ley internacional. Los asentamientos son vistos por la UE como uno de los mayores obstáculos para cualquier tratado de paz entre los israelíes y los palestinos. Los palestinos dicen que los asentamientos bloquean su objetivo de establecer un Estado propio que incluya Gaza y Cisjordania, con Jerusalén Este como su capital. Han pedido un congelamiento en la construcción de asentamientos como una precondición para retornar a las conversaciones de paz.

Dani Bayan, quien hasta este año fue el presidente del Consejo Yesha, que representa a los colonos israelíes, dijo que la unilateral y discriminatoria directiva de la UE significa que Europa había efectivamente decidido abandonar cualquier compromiso que hubiera tenido con el proceso de paz. Un alto funcionario israelí citado por el diario Haaretz, dijo: “No estamos listos para firmar esta cláusula en nuestros acuerdos con la Unión Europea. Les podemos decir esto a los europeos, pero el resultado podría ser una detención en toda cooperación en economía, ciencia, cultura, deportes y academia. Esto podría causar un daño severo a Israel”.

A su vez, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó: “No aceptaremos dictados externos en relación con nuestras fronteras. Esos asuntos se resolverán únicamente a través de negociaciones directas con los palestinos”. “Como primer ministro de Israel”, amplió Netanyahu en el diario digital Ynet, “no permitiré que los cientos de miles de ciudadanos israelíes en Judea, Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania), el Golán y Jerusalén, nuestra capital eterna y unida, sean dañados”.

El problema más significativo que enfrenta Israel es que, por entrar en esos acuerdos que específicamente excluyen a los asentamientos, el gobierno está reconociendo efectivamente que no son parte del Estado judío. Privadamente, un número de funcionarios de la UE dijo que su paciencia con Israel sobre los asentamientos se está acabando y que debe tomarse alguna acción. Además del anuncio de ayer, otro debate está en ciernes sobre si específicamente etiquetar bienes producidos en los asentamiento para exportar a la UE.

Los funcionarios palestinos se congratularon con la noticia. Hanan Ashrwi, un miembro del comité ejecutivo de la OLP, dijo: “La UE se ha movido del nivel de declaracionismo a decisiones políticas efectivas y pasos concretos que constituyen un cambio cualitativo que tendrá un impacto positivo en las oportunidades de paz. La ocupación israelí debe ser tenida en cuenta e Israel debe cumplir con la ley internacional y humanitaria y los requerimientos de justicia y paz”. La decisión de la UE llega cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, hace su sexta visita a la región.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.