Finalmente, Mariano Rajoy cedió al pedido de la oposición. Ayer anunció que dará explicaciones en el Parlamento sobre el escándalo de corrupción en su partido tras haber sido acusado de recibir sobresueldos. “Hablé con el presidente de las Cortes (Parlamento) para tener solicitud de comparecencia en la parte final de este mes o a principios de agosto”, dijo el presidente del gobierno español en su primera respuesta durante una conferencia de prensa en Madrid junto a su par rumano, Víctor Ponta. El jefe del Ejecutivo confirmó así su cambio de postura respecto de la estrategia que mantuvo hasta ahora ante el caso de corrupción que sacude a su Partido Popular (PP) y que lo afecta directamente, después de que su ex tesorero Luis Bárcenas lo inculpara en la financiación ilegal y el pago de sobresueldos de la fuerza derechista.

En este sentido, Rajoy subrayó que comparecerá por su propia voluntad y no porque la oposición, liderada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), haya anunciado su deseo de impulsar una moción de censura en su contra en caso de que rehusara dar explicaciones. “Si el PP vuelve a negar la comparecencia del presidente del gobierno, presentaré una moción de censura”, disparó el martes de la semana pasada el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero cuando los plazos ya se habían acabado y Rubalcaba se veía obligado a cumplir su amenaza, Rajoy anunció lo que ya habían adelantado algunos de sus ministros, aunque sin dar mayores detalles.

Sin mencionar en ningún momento las acusaciones en su contra lanzadas por el ex tesorero, el presidente del gobierno sostuvo que comparecerá para explicar la situación que vive el país, tanto desde el punto de vista económico como político. “Lógicamente hablaré del tema que a ustedes les preocupa”, apuntó en referencia a la pregunta de un periodista de un medio rumano, que le requirió que precisara cuándo iba a dar explicaciones sobre la corrupción en su partido, que “tanto preocupa a los ciudadanos y a Europa”.

“Creo que es el momento oportuno y adecuado para aclarar las dudas que puedan tener los ciudadanos y plantear los objetivos de futuro”, señaló el mandatario español. “El sitio es el Parlamento, porque allí está representada la soberanía nacional. Ahí diré todo lo que tenga que decir sobre este tema”, concluyó el presidente, quien dijo ser consciente de las dudas legítimas que puedan tener muchos ciudadanos.

De esta forma, Rajoy dio por cerrado el tema y no quiso responder otras preguntas de la prensa, como por qué siguió manteniendo contactos más o menos frecuentes con Bárcenas después de que la Justicia descubriera que el ex tesorero, imputado en el caso de corrupción Gürtel, tenía millones de euros en cuentas en Suiza. El diario El País publicó el 31 de enero la famosa “Contabilidad B” del PP, facilitada por Bárcenas, de la que se desprende la financiación ilegal y el pago de sobresueldos en la fuerza derechista durante 1990 y 2008.

Asimismo, Bárcenas entregó recientemente al juez Pablo Ruz, quien se ocupa del caso, documentos que asegura escribió cuando era tesorero del PP para demostrar que la formación tenía una doble contabilidad, con donaciones irregulares que supuestamente se utilizaban para pagar sobresueldos a destacados miembros, entre ellos Rajoy. El juez Ruz ordenó el 27 de junio prisión incondicional y sin fianza para Bárcenas, sobre quien intenta aclarar la procedencia de más de 48 millones de euros que el ex tesorero tiene en cuentas bancarias en Suiza, entre otros cargos.

A pesar de que Rajoy negó en reiteradas ocasiones la veracidad de esos documentos manuscritos, Bárcenas no sólo confirmó recientemente ante los tribunales que son de su autoría, sino que reveló que incluso durante los años posteriores, en 2009 y 2010, él mismo le entregó 90.000 euros en negro al líder del PP y a su secretaria general, María Dolores de Cospedal.