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Cuatro personas murieron y varias otras resultaron heridas ayer en Egipto, en choques entre partidarios y detractores del golpe de Estado de este mes contra el presidente Mohamed Mursi, cuya familia anunció “medidas legales” contra el ejército por derrocar y “secuestrar” al líder islamista. Una persona falleció en los enfrentamientos en las cercanías de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, mientras que otras tres perdieron la vida durante los altercados registrados en la zona de Qaliub, al norte de la ciudad. Otras 21 personas resultaron heridas en la refriega, la mayoría de ellas con lesiones causadas por balas, informó el jefe de los Servicios de Emergencia Médica de Egipto, doctor Mohamed Sultan.

Una fuente militar citada por la página web del diario Al Ahram dijo que los partidarios del derrocamiento de Mursi se abalanzaron sobre los seguidores de los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista del ex presidente, al creer que éstos querían atacar la plaza, lugar donde están acampados los partidarios del golpe. Por su parte, Ahmed Abdu, miembro del comité central de la campaña “Tamarrud” (rebelión), que instigó las protestas anti Mursi, afirmó que fueron los islamistas quienes se enfrentaron primero a los manifestantes en Tahrir. En un comunicado, sin embargo, los Hermanos Musulmanes denunciaron que el ejército disparó “de forma intensa” contra la marcha a la altura de la localidad de Qaliub.

También ayer la familia de Mursi acusó al ejército de tener secuestrado al líder islamista desde el golpe de Estado. Usama, hijo de Mursi, dijo que su familia no tuvo contacto con el presidente desde que fue derribado y “secuestrado”. La hija de Mursi, Shaima, anunció en rueda de prensa en El Cairo que la familia “va a emprender medidas legales tanto a nivel nacional como internacional” contra el ejército egipcio. En la primera reacción pública de la familia desde que Mursi fuera derrocado, Shaima advirtió que considera al ejército responsable de la “seguridad e integridad” del ex mandatario. Adoptaremos medidas legales nacionales e internacionales contra Abdel Fatah al Sisi”, explicó la hija del mandatario depuesto, en referencia al jefe del ejército y actual viceprimer ministro.

En tanto, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea manifestaron en una declaración conjunta su “profunda preocupación” por la situación en Egipto y pidieron la liberación de “todos los políticos detenidos”, incluido Mursi. Los cancilleres de los Veintiocho subrayaron la importancia de que “Egipto se embarque en una transición que permita la transferencia del poder a un gobierno elegido democráticamente y dirigido por civiles” y haya elecciones lo antes posible.