Miércoles, 24 de julio de 2013 | Hoy
EL MUNDO › EL EXPERTO MEXICANO ERNESTO RODRíGUEZ CHáVEZ HABLA SOBRE LA REFORMA MIGRATORIA DE OBAMA
Rodríguez Chávez señala que la nueva ley abarca en EE.UU. no sólo la búsqueda de vías alternativas para poder regularizar a los que ya están, sino también está tratando de plantear la entrada de trabajadores temporales.
El mejor camino para una reforma migratoria eficiente en Estados Unidos es la regularización previa de los flujos de trabajadores. Así lo sostuvo Ernesto Rodríguez Chávez, ex titular de la Unidad de Política Migratoria de México, en diálogo con Página/12. “Si tienes una masa grande de migrantes irregulares, les das una opción de regularización bajo ciertos requisitos, pero no creas un camino alternativo, es obviamente una solución temporal”, afirmó en relación con el proyecto de ley que busca formalizar a los indocumentados en Estados Unidos. Asimismo advirtió que el reforzamiento de la seguridad fronteriza, una exigencia de los sectores más nacionalistas, es un paliativo. “Se cree que la medida es el control migratorio y el control de la frontera, y entonces hay menos caminos para la migración regular”, agregó.
México tiene una doble condición. Es emisor y receptor de migrantes. Pero tanto los migrantes mexicanos como los centroamericanos, que ingresan al país por la frontera sur, buscan llegar a Estados Unidos. “México se ha convertido en uno de los principales corredores migratorios del mundo. Como tenemos una frontera de más de 3000 kilómetros con Estados Unidos, todo el flujo centroamericano transcurre por nuestro país”, explicó Rodríguez Chávez.
–¿Cuál es la importancia de la reforma migratoria en Estados Unidos?
–Se trata de la reforma más importante del sistema migratorio de los últimos 30 o 40 años en Estados Unidos. La nueva ley abarca no sólo la búsqueda de vías alternativas para poder regularizar a los que ya están, sino también está tratando de plantear la entrada de trabajadores temporales. Sería una reforma importante porque vendría a solucionar problemas de fondo que han colapsado al régimen migratorio. El número de migrantes ilegales está rozando los 11 millones.
–¿Qué planteaba la amnistía migratoria aprobada por Ronald Reagan en 1986?
–Los ciclos migratorios estaban muy vinculados en aquella época con los ciclos económicos. Entonces había una relación muy directa entre los ciclos de la economía estadounidense y los ciclos migratorios. Se produjo una sobresaturación del sistema, que rebasaba sus capacidades. Se llegó a hablar de cinco, seis y hasta siete millones de migrantes irregulares en los ’80. Esa situación es la que trataron de acotar con la reforma del ’86, que trató de poner ciertos controles a los empleadores.
–¿Se pensaba más a los migrantes como mano de obra o consumidores que como ciudadanos?
–En aquel momento fue una solución parcial del problema. Ahí es donde está el error. Nunca aprobaron las medidas de control contra los empleadores porque obviamente era preferible una mano de obra más barata. La idea fue regularizar a una parte de la población y el resto podía seguir igual. Pero en los años ’90 vienen largos períodos de expansión económica en Estados Unidos que va a demandar mucha más cantidad de mano de obra. La alternativa es crear los caminos formales para la migración regular. Es decir, si tu economía demanda determinada cantidad de mano de obra, debes obligatoriamente crear las vías de acceso para que las personas lleguen de manera regular. Si no lo haces, lo van a hacer de manera irregular. Entonces, el control sería un paliativo.
–Quiere decir que la reforma es como un parche, no busca resolver la cuestión de fondo.
–Eso ha sido el gran debate y la razón por la cual no ha prosperado durante todos estos años, porque no se ha logrado el consenso sobre cómo resuelvo el problema de los irregulares que tengo adentro, con una economía que no ha logrado repuntar, y cómo soluciono el problema del control de la frontera. Se debe pensar en la necesidad de demandar nueva mano de obra. Sobre todo cuando la economía entre en un proceso de expansión.
–¿Cuál es el principal reto de la política migratoria mexicana?
–Garantizar la integridad física de los migrantes. Desde la mitad de 2006 comenzó un proceso de incursión bastante fuerte de las organizaciones del crimen organizado, que estaban en aquellas épocas acotadas al tema del tráfico de drogas, a pasarse al tráfico de personas, al tráfico de armas y otras actividades delictivas. Esto hizo que estos migrantes, mexicanos y centroamericanos, fueran secuestrados, asesinados. Estas personas son un nicho de recursos, de dinero, los secuestran, piden rescate por ellos. Entonces el reto consiste como responsabilidad del Estado, garantizar la seguridad de toda la población y, particularmente, de esos migrantes que van en tránsito. El problema es que la seguridad de los migrantes traspasa el tema migratorio y se convierte en un tema de seguridad pública.
Informe: Patricio Porta.
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