Cientos de jóvenes exigieron explicaciones en Río de Janeiro y San Pablo por la desaparición de un ciudadano detenido hace dos semanas. Las protestas demandaron además la renuncia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral (foto). Amarildo de Souza, un albañil de 42 años, desapareció sin dejar rastro tras una intervención policial en la favela La Rocinha de Río de Janeiro. La marcha llegó hasta la casa de Cabral, acusado de la violenta represión de las protestas recientes y de estar demasiado cercano a grandes empresarios. La imagen de la gestión del gobernador se había desplomado a un 12 por ciento de aprobación, la más baja entre sus colegas. “Nadie me dice dónde está mi esposo. No necesito demostrar que él está muerto. Yo sé que está muerto”, se lamentó Elizabete Gomes, esposa del albañil. Algunos jóvenes llevaron la protesta a la lujosa residencia del exclusivo barrio de Leblon, donde vive Cabral. El gobernador se comprometió a movilizar a todo el gobierno para hallar a Amarildo.