EL MUNDO › EL EMBAJADOR DE BRASIL EN CUBA DEFENDIO A CASTRO
Un Santiago no querido por EE.UU.
El embajador de Brasil en Cuba, Tilden Santiago, defendió ayer la decisión del gobierno cubano de fusilar a tres disidentes el pasado mes de abril, informó ayer la agencia Estado. El embajador argumentó que el gobierno de Fidel Castro tenía el derecho de defenderse de una “tentativa de desestabilización” estimulada, según él, por Estados Unidos. Un vocero de la Cancillería de Brasil dijo que la Cancillería no comentará sobre esas declaraciones y que la posición del país sigue siendo la misma que se manifestó en abril. En Brasil, Santiago anunció para septiembre el viaje del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a la isla. Presumiblemente sus declaraciones provocarán la irritación de la Casa Blanca.
En respaldo a su punto de vista, Santiago expresó que si Lula sufriera una desestabilización como la que padeció Castro, “el gobierno brasileño debería tomar medidas”, aunque no habló de fusilamientos. “Reconocemos que los cubanos partieron de un riesgo muy grande de que Estados Unidos promoviera una sangría migratoria descontrolada, que pudiera desestabilizar el Estado”, explicó el embajador. En esa línea insistió en la “necesidad” de “entender en qué contexto ocurrieron los fusilamientos” y añadió que Lula viajará a Cuba en septiembre consciente de que Brasil es el eje de la integración latinoamericana. En la entrevista que concedió a la agencia Estado –que cita el diario Estado de Sao Paulo–, Santiago reconoció, no obstante, que Brasil debía traer a Cuba al “mundo de las naciones que respetan los derechos humanos”.
El embajador dijo que en el momento en el que La Habana decidió ejecutar a los tres secuestradores de la lancha, días después de mandar a prisión a decenas de disidentes, algunos representantes de Estados Unidos en Cuba tenían entonces reuniones periódicas para “alimentar la oposición a Fidel Castro”. Insistió que “nuestra posición es pragmática”, y recordó que en abril Brasil se abstuvo de votar a favor de las sanciones a la isla ante las Naciones Unidas. Los tres hombres que secuestraron una lancha de pasajeros con la intención de huir a Miami fueron ejecutados el 11 de abril pasado, nueve días después de ser detenidos y una vez que el Consejo de Estado, presidido por Fidel Castro, avaló la sentencia de pena de muerte impuesta por el Supremo Tribunal.
El futuro encuentro Lula-Castro sucederá después de las acusaciones internacionales contra la isla a causa de la prisión a los disidentes cubanos y la condena de muerte a los tres disidentes. Y que el bloque europeo decidiera revisar su posición común sobre Cuba y aplicarle “sanciones políticas”.