EL MUNDO › OBAMA DEFENDIO SU LEY EMBLEMATICA CON UN DISCURSO APASIONADO

Reforma de salud bajo fuego

Los republicanos de la Cámara baja, donde son mayoría, se niegan a aprobar el presupuesto a menos que el mandatario demócrata acceda a desfinanciar o a diferir la entrada en vigor de la reforma de salud.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer que nunca dejará que la oposición republicana revoque su ley de reforma de salud o demore su aplicación, subiendo la apuesta en una disputa que podría terminar en un “cierre del gobierno” o en un histórico default externo. Los republicanos de la Cámara de Representantes, donde son mayoría, se niegan a aprobar la ley de presupuesto o a aceptar un aumento del techo de la deuda a menos que el mandatario demócrata acceda a desfinanciar o a diferir la entrada en vigor de la reforma de salud, su mayor logro político interno.

Si no se llega a un acuerdo, el gobierno podría quedar sin fondos autorizados para operar el 1º de octubre –situación que se conoce como “cierre del gobierno”– o incurrir en un default de su deuda externa por primera vez en su historia, en algún momento después de mediados de octubre. Sin embargo, Obama, en un apasionado discurso en una universidad en los suburbios de Washington, advirtió que no tolerará la jugada de los republicanos y prometió que en el futuro millones de estadounidenses que por motivos financieros o de salud estaban excluidos podrán acceder a un seguro de salud.

“Algunos han amenazado con un cierre del gobierno si no pueden callar esta ley”, dijo Obama sobre su reforma de salud, que extendió la cobertura médica a millones de estadounidenses que carecían de obra social o prepaga. “Otros de hecho amenazaron con una clausura económica negándose a pagar las deudas de Estados Unidos si no pueden demorar la ley”, prosiguió el presidente. “Eso no va a pasar mientras yo sea presidente. La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio está aquí para quedarse.”

Los economistas advierten que una caída en default de Estados Unidos podría tener efectos devastadores sobre la economía mundial. La semana pasada, el mayoritario bloque republicano de la Cámara de Representantes aprobó una propuesta de ley para condicionar la renovación de los fondos destinados al funcionamiento del gobierno federal a la retirada de la financiación para la reforma de salud, aprobada en 2010.

Además, la oposición conservadora pretende suscitar también la cuestión de la reforma sanitaria en ocasión del debate sobre el aumento del techo de endeudamiento del país. El Senado tiene previsto votar en los próximos días sobre la propuesta aprobada en Representantes, y los demócratas, que tienen mayoría en la Cámara alta, ya dijeron que eliminarán la cláusula que desfinancia la reforma de salud.

Ayer, los senadores votaron a favor de poner fin al debate y pasar a su enmienda y eventual sanción, aunque luego de que un senador republicano del ultraconservador Tea Party, Ted Cruz, hablara durante 21 horas seguidas en un intento por evitar la votación.

Estados Unidos alcanzará su actual capacidad de endeudamiento en pocas semanas, y sin una autorización expresa del Congreso para rebasarlo, el Tesoro no podrá hacer frente a sus obligaciones de pago. “Cuanto más nos acercamos, más irresponsables se vuelven sus detractores. De lo que tienen miedo los republicanos no es de que falle (la reforma sanitaria), tienen miedo de que tenga éxito”, subrayó el presidente.

En su encendida defensa de la ley, Obama instó a los ciudadanos a registrarse a partir del próximo 1º de octubre, fecha en la que entrará en vigor uno de sus capítulos claves, el que permite que los ciudadanos sin seguro accedan a un nuevo “mercado” de seguros médicos individuales. “La sanidad no debe ser un privilegio de unos pocos, es un derecho en la nación más rica del mundo”, explicó el presidente, al defender la reforma sanitaria, que sus detractores han bautizado despectivamente como Obamacare. Los republicanos en el Congreso han criticado la reforma sanitaria con el argumento, entre otros, de que obligar a adquirir cobertura médica supone una intromisión del gobierno en la vida de los ciudadanos. También porque desalienta la creación de empleo al incluir la exigencia para los empresarios de ofrecer cobertura sanitaria para los trabajadores.

Más del 60 por ciento de las personas que actualmente no poseen ninguna cobertura de salud podrán contratar una póliza que costará menos que una factura mensual de un teléfono móvil. Por primera vez, las empresas que ofrecen seguros de salud no podrán rechazar pacientes que ya estén padeciendo una enfermedad. Expertos calificaron la reforma como la ley social más importante en Estados Unidos en décadas.

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“La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio está aquí para quedarse”, dijo Obama.
Imagen: AFP
 
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