EL MUNDO › MEDIOS BRITANICOS SEÑALAN QUE TONY BLAIR SABIA MAS DE LO QUE DICE
Misterios del caso del microbiólogo
Mientras la investigación sigue su curso, la prensa británica publicó ayer nuevos datos sobre el caso David Kelly, el científico que murió la semana pasada, aparentemente en un suicidio. El primer ministro Tony Blair habría tenido conocimiento del nombre del experto en armas iraquíes una semana antes de que fuese revelado. “Blair puede ser incluido en la cadena de acontecimientos que condujeron a la muerte de Kelly”, publicó ayer el diario Financial Times.
Kelly, el microbiólogo y experto en armas iraquíes del Ministerio de Defensa, fue la fuente de la información del canal británico BBC en la que se aseguraba que el gobierno de Londres exageró el peligro de las armas de destrucción masivas iraquíes. Cuando se supo su nombre, el científico quedó en medio del fuego cruzado que mantuvieron gobierno y medios de comunicación, señala el Financial. El Ministerio de Defensa -agrega la información– tiene que aceptar la acusación de haber sido corresponsable porque dejó filtrar su nombre a la prensa. Hasta la fecha, Blair ha mantenido que él no tuvo nada que ver con el caso, pero en la prensa se han manifestado dudas sobre si realmente dejó en manos del Ministerio de Defensa un tema tan importante.
Blair regresó a Gran Bretaña el miércoles por la noche –antes de lo previsto– de su gira por Asia. A lo largo de la jornada de ayer no realizó ninguna aparición pública. Un portavoz del ministro de Defensa Geoff Hoon confirmó entre tanto que el político visitó a la viuda de Kelly, aunque no detalló el contenido del encuentro.
De acuerdo con el diario Daily Telegraph, el gobierno rebajó la importancia de Kelly hasta que su nombre apareció en la prensa. Desde el gobierno se aseguró en más de una ocasión que la fuente de la BBC era un funcionario gubernamental de rango menor, que apenas podía juzgar cómo manejaba Downing Street las informaciones del servicio secreto. Sin embargo, Kelly era uno de los expertos británicos en armas de destrucción masiva iraquíes de mayor renombre.
Por su parte, Chris Smith, ex ministro de Blair para Medios, instó al gobierno a moderarse en sus ataques a la BBC. “La emisora pública –dijo– no debe ser otra víctima del conflicto.” Como consecuencia del caso Kelly, políticos del partido laborista, en el gobierno, instaron a que la BBC sea sometida a un mayor control estatal. Eso sería “chantajista” e “indignante”, criticó Smith. La batalla Blair-BBC recién comienza.