El Tribunal Superior de Londres decretó ayer libertad condicional para el miembro del grupo armado independentista ETA Antonio Troitiño Arranz (foto), encarcelado en el Reino Unido desde 2012, después de huir de la Justicia española. La Justicia británica se encuentra ahora a la espera de que el gobierno de Mariano Rajoy informe cómo afectará en este caso la sentencia que dictó el lunes el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y que abre las puertas a la excarcelación de más de medio centenar de presos de la ETA. De este modo tendrá que decidir, en los próximos días, si se materializa la extradición solicitada por España, informó ayer el diario español El País.

Luego de que la doctrina Parot fuera desestimada, el presidente del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales, lord Thomas of Cwmgiedd, convocó a una audiencia para tratar el caso de Troitiño Arranz en Londres. Pero el encuentro tuvo que demorarse por algunas horas porque la fiscalía de la corona, que representa los intereses del gobierno español, no tenía noticias sobre cuál era la posición española luego de conocerse el fallo del Tribunal de Estrasburgo. Cuando el juez iba a suspender la vista para el día siguiente, los representantes del gobierno español se hicieron presentes. En ese momento, lord Thomas tomó la decisión de otorgar de inmediato la libertad provisional de Troitiño Arranz, de 56 años, detenido en la localidad de Long Lartin, en el centro de Inglaterra, desde el 29 de junio de 2012. Según el diario El País, el presidente del Tribunal Supremo británico le dio una semana al gobierno de España para que esboce cuál será su posición sobre la situación del etarra tras la abolición por Estrasburgo de la doctrina Parot en el caso de la etarra Inés del Río, que en la tarde de ayer obtuvo la libertad en cumplimiento de la sentencia europea y de la orden de libertad de la Audiencia Nacional.

Troitiño Arranz había sido condenado a cumplir con 2700 años de cárcel por 22 asesinatos. En 2011 fue puesto en libertad tras pasar 24 años en prisión en España, debido a una aplicación errónea de la jurisprudencia penitenciaria. Una semana después de esa medida, la Justicia española revocó la puesta en libertad, pero el etarra ya había huido. Fue detenido nuevamente un año después en Londres, tras dictarse una orden internacional de captura en su contra, lanzada por las autoridades españolas.