Las calles de Madrid amanecieron colmadas de basura, por tercer día consecutivo, por la huelga que llevan adelante los empleados del servicio de limpieza de los espacios públicos, que protestan ante la amenaza de despido de más de mil trabajadores. El centro de la ciudad fue el más afectado por la medida de fuerza: los madrileños y turistas que caminan por lugares emblemáticos como la Puerta del Sol, la Gran Vía o la Plaza de España, lo hacen esquivando la fétida mezcla de basura y hojas secas que caen de los árboles en otoño. Al menos 6000 trabajadores fueron convocados a protestar contra los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que proponen despedir a 1135 trabajadores. El paro, en esta ocasión, fue propuesto en tres de las cuatro empresas a las que el Ayuntamiento de Madrid les tiene adjudicado el servicio de limpieza. Los sindicatos Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras aseguran que la huelga registra un acatamiento de más del 90 por ciento. Auguran que el conflicto se extenderá si no se consigue una solución al problema de los trabajadores. A la acumulación de basura se suma la pestilencia provocada por la quema y vaciado de contenedores, que el Ayuntamiento de la ciudad calificó de “guerrillas urbanas” y “sabotaje” de algunos empleados del servicio de limpieza de la ciudad.