El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aceptó ayer la renuncia de sus ministros y modificó parte de su gabinete para “ajustar” y “mejorar” la marcha del gobierno. En un acto transmitido en cadena de radio y televisión, el mandatario anunció relevos al frente de siete ministerios y adelantó que en los próximos días completará “todo el ajuste necesario para la batalla económica, la batalla social”. “Son movimientos necesarios para ajustar, mejorar la marcha y que todos asumamos con fuerza el trabajo durante este año”, sostuvo.

El presidente informó de la salida del ministro de Educación Universitaria, Pedro Calzadilla, que será reemplazado por el hasta ahora ministro de Industria, Ricardo Menéndez, a quien el mandatario le encargó “alinear la educación universitaria con las grandes necesidades de Venezuela”. “Tenemos que formar médicos, enfermeras, ingenieros agrónomos para producir alimentos”, dijo Maduro.

Menéndez será sustituido en la cartera de Industria por el general Wilmer Barrientos, quien hasta ahora ocupaba el Despacho General de la Presidencia, que será ocupado a partir de ahora por el ex gobernador del Estado Trujillo Hugo Cabezas.

La hasta ahora ministra de Educación, Maryann Hanson, será reemplazada por Héctor Rodríguez, vicepresidente para el Area Social y hasta hoy ministro de Juventud. Rodríguez será sustituido en este último cargo por el hasta ahora secretario general de la Asamblea Nacional, Víctor Clark. Otro de los ministerios que cambian es el de Deporte, donde la hasta ahora ministra y esgrimista olímpica Alejandra Benítez será reemplazada por el ex beisbolista Antonio “Potro” Alvarez, ex candidato del chavismo en las pasadas elecciones municipales de diciembre.

Al frente del Ministerio de Trabajo asumirá el abogado laboralista Jesús Martínez, descrito por Maduro como un “revolucionario” y “un gran militante de la causa obrera”, en reemplazo de la hasta ahora ministra María Cristina Iglesias, que asumirá nuevas labores en el oficialista Partido Socialista Unido.

Este es el primer gran cambio en el gobierno tras las elecciones municipales de diciembre y se produce después de que ayer todos los ministros pusieran sus cargos a disposición del presidente para que pudiera renovar su gabinete.

Maduro asumió como presidente el 19 de abril del año pasado y tres días después presentó su primer gabinete, que varió en relación con el dejado por el fallecido Hugo Chávez en diez nuevas caras, incluyendo el regreso de algunos ex ministros a responsabilidades ejecutivas.

El ajuste de hoy se produce en medio de la conmoción por el asesinato de la ex Miss Venezuela Mónica Spear y de su marido a manos de delincuentes durante un asalto en el centro del país.

Maduro mantiene el llamado “gobierno de eficiencia en la calle” que fue iniciado por Chávez antes de su muerte. Como parte de esta política, el jefe de Estado ordenó a partir de octubre inspecciones masivas a los comercios de productos electrónicos, que fueron obligados a vender sus mercancías a precios justos con grandes descuentos.

El presidente responsabilizó a la “guerra económica” de la oposición y un sector del comercio por la inflación que terminó el año en 56 por ciento, por lo que ordenó esta medida para reducir los precios de los productos. Las fiscalizaciones, que contaron con el visto bueno de un sector importante de la población, permitieron al oficialismo obtener la mayoría de las alcaldías en las elecciones municipales del 8 de diciembre, algo que ratificó el liderazgo de Maduro dentro del chavismo.

La renuncia del gabinete se da un día después de la reunión que Maduro mantuvo con los gobernadores de todo el país para paliar el tema de la inseguridad. Durante la reunión, el mandatario llamó a crear un nuevo modelo de autoridad democrática, “sustituir los antivalores de la violencia por los valores de respeto a la vida y el amor”. “Guerra al hampa es un modelo fracasado en Venezuela y en todo el continente”, dijo Maduro. “En este tema hay que construir un modelo de autoridad democrática, integralmente humano que garantice la protección, pero a la vez que pacifique y sustituya los antivalores de la violencia y el irrespeto a la vida”, agregó.

Maduro afirmó que la violencia era un problema complejo vinculado con los antivalores y con la “no vida” y destacó la importancia de coincidir en el trabajo para resolver problemas clave de la sociedad. Asimismo propuso a los gobernadores venezolanos una jornada de seguridad que “arranque hoy y en un mes tenga resultados para garantizar la seguridad, la paz y la convivencia”. “La meta es garantizar la paz y la seguridad. Aquí están los gobernadores y alcaldes de 79 municipios en donde está concentrado el 80 por ciento de los crímenes que se comenten en el país”, señaló. “La violencia es un problema de carácter nacional, grave, que se ha incrustado en los huesos del cuerpo nacional desde hace 40 años. La inseguridad es un tema que debemos trabajar a nivel de mayor coordinación, a un nivel de más eficiencia en la acción, con un nuevo modelo”, concluyó el mandatario.