Al menos cuatro personas murieron y 46 resultaron heridas en un ataque suicida que tuvo lugar ayer en Harat Hreik, un feudo del grupo Hezbolá en un barrio del sur de Beirut, según informaron el Ministerio de Sanidad y la agencia de noticias estatal NNA. El Frente Al Nusra, vinculado con Al Qaida, asumió la autoría del atentado, que es el segundo cometido contra ese barrio en lo que va del mes, y lo justificó como una represalia por las supuestas masacres cometidas en Siria por los milicianos chiítas libaneses. “Por la gracia de Alá, hemos respondido a las masacres cometidas contra los niños de Siria por el partido iraní (Hezbolá) con una operación suicida que golpeó el corazón de su sede en el área sur” de Beirut, señaló en un comunicado en Twitter la facción libanesa del Frente Al Nusra.

Según la NNA, el suicida iba en un vehículo plateado cargado también con proyectiles y que hizo volar por los aires. Las imágenes de televisión mostraron los restos de un automóvil en una calle principal y de un edificio en llamas en el área de Haret Hreik, densamente poblado. Se trata del quinto ataque de este tipo en el barrio de la capital libanesa desde que Hezbolá anunciara el envío de combatientes a Siria para apoyar a las fuerzas leales al presidente de Ba-shar al Assad contra los rebeldes sunitas que buscan su derrocamiento.

El lugar del ataque se encontraba a menos de 100 metros del lugar de otra explosión a comienzos de mes que dejó seis muertos y 77 heridos. Grupos sunitas vinculados con Al Qaida asumieron la autoría de algunos de esos ataques, alegando precisamente que suponen una represalia por la implicación de Hezbolá en la guerra de Siria. De hecho, la guerra en Siria se extendió al país vecino, desatando enfrentamientos callejeros entre seguidores y detractores de Al Assad y profundizando la división entre facciones políticas en el Líbano.

En el norte del país continuaron los combates entre los seguidores y oponentes del régimen sirio, que dejaron un muerto y cinco heridos, entre ellos, dos soldados libaneses, informó la policía. Desde el lunes murieron cuatro personas y 15 resultaron heridas en esos enfrentamientos. Se cree además que el ataque de ayer y el clima de violencia podría complicar los esfuerzos para formar un gobierno de transición entre Hezbolá y sus aliados y la coalición 14 de Marzo, respaldada por Occidente para poner fin a un bloqueo de nueve meses.

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó duramente el ataque. “Los responsables de este abominable crimen deberán ser llevados ante la Justicia”, reclamó en un comunicado. “Los actos terroristas y criminales recurrentes en el Líbano son completamente inaceptables”, aseveró.