El presidente de Uruguay, José Mujica, planea reunirse la semana próxima en La Habana con su par colombiano, Juan Manuel Santos, y representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) para acelerar las negociaciones de paz, según anunció ayer el propio mandatario. Mujica viajará el lunes a Cuba para asistir a la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). “Me voy a quedar unos días después de la cumbre y voy a hablar con el presidente Juan Manuel Santos y con las FARC”, dijo Mujica al semanario Búsqueda. “Quiero seguir ayudando nuevamente y en concreto para que se acelere el proceso de negociación y sientan el aliento moral de que la causa en la que están metidos merece sin duda alguna todo el respaldo. Nunca antes, desde hace 50 años desde que empezó ese enfrentamiento, se estuvo tan cerca de concretar la paz. Ese es un objetivo superior y merece todo el apoyo”, remarcó el presidente. El negociador guerrillero Andrés París, cuyo nombre legal es Jesús Emilio Carvajalino, indicó que de producirse el pedido de encuentro por parte de Mujica hay disposición de los rebeldes para que se concrete.

No es la primera vez que el mandatario uruguayo, un ex tupamaro de 78 años, se ofrece para colaborar en el proceso de paz colombiano. A fines de julio, durante una visita a la capital cubana, se reunió con delegados de las FARC que participan en las negociaciones y más tarde lo hizo con Santos, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El presidente ofreció entonces a Uruguay como sede para un eventual diálogo entre el gobierno colombiano y la segunda guerrilla de ese país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En agosto, Mujica dijo que el Mercosur como bloque debía apoyar el proceso de paz en Colombia y señaló que no se podía ser neutral frente al fenómeno porque era una causa común. El gobierno de Santos y las FARC, el mayor grupo guerrillero colombiano, iniciaron en noviembre de 2012 las conversaciones de paz en La Habana, con el objetivo de poner punto final al conflicto armado que lleva más de medio siglo. Hasta el momento ambas partes lograron consenso en dos de los seis puntos de la agenda: participación política de las FARC y reforma agraria.

Sin embargo, las partes suspendieron ayer temporalmente el diálogo tras clausurar el 19 ciclo de conversaciones sin poder llegar a un acuerdo sobre el combate al narcotráfico. De manera inusual, ni las autoridades gubernamentales ni la guerrilla produjeron un comunicado conjunto, aunque sí aseguraron que regresarán a la mesa el 3 de febrero. El plan presentado por las FARC promueve el reconocimiento y estímulo de usos beneficiosos de la hoja de coca, la marihuana y la amapola, además de la producción y procesamiento artesanal. Otro punto es la regulación estatal de la producción y el mercado, mientras que una última propuesta trata la protección de las prácticas ancestrales de pueblos y comunidades indígenas, según señalaron las FARC a través de un comunicado.

El grupo insurgente aseguró que las propuestas se basan en los estudios académicos e investigaciones científicas así como en el conocimiento atávico de los pueblos originarios que demostraron dichas cualidades. En atención a esos beneficios se propone implementar una política dirigida y regulada por el Estado con participación de las comunidades productoras, campesinas, indígenas y afrodescendientes, destacó.

Pero el gobierno de Santos no hizo referencia a la propuesta de las FARC. De hecho, la delegación colombiana, que encabeza Humberto de la Calle, evitó formular declaraciones a la prensa como es habitual. La organización guerrillera no disimuló su malestar por los comentarios realizados por Santos sobre las operaciones militares en marcha y el supuesto comportamiento ambiguo de la insurgencia. “Las recientes declaraciones de Juan Manuel Santos en Europa son un delirio lleno de jactancias”, dijo el comandante de las FARC Iván Márquez, cuyo nombre real es Luciano Marín Arango. “No se puede distorsionar la realidad creyendo que es correcto escalar la guerra como si no hubiese conversaciones, o que se pueda adelantar un diálogo simulando que el país no está sufriendo los estragos de la confrontación”, agregó.

Las FARC se referían a la ofensiva llevada adelante por el Ejército colombiano en las últimas semanas. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, hizo ayer un balance de la ofensiva desplegada por la fuerza pública en los últimos cuatro días en varios lugares de Colombia y resaltó que el balance en las filas de las FARC es de 27 guerrilleros muertos. Del total de guerrilleros fallecidos, 14 cayeron en un bombardeo contra la Columna Móvil Alfonso Castellanos en Arauca (Este), siete integrantes de las columnas móviles Héroes de Marquetalia y Alfredo González perdieron la vida en el Tolima (Sur) y cinco más del Frente Séptimo murieron en el Meta (centro).

Pese a que los enfrentamientos no se detienen mientras se llevan a cabo las negociaciones, Santos reconoció que las FARC tienen voluntad para llegar a un acuerdo de paz. “He encontrado en la contraparte de las FARC voluntad para llegar a acuerdos y ojalá lleguemos lo antes posible a ese acuerdo para ahorrar vidas”, precisó el mandatario. En otra entrevista con el diario español El País, afirmó que se imagina a representantes de las FARC sentados en el Congreso y que está satisfecho de lo alcanzado hasta ahora en las negociaciones. Además, señaló que en estos momentos hay una dinámica de progreso que debe ser aprovechada, si bien reconoció que no cree que sea posible un acuerdo antes de las elecciones de mayo de este año.