El candidato oficialista Salvador Sánchez Cerén ganaba holgadamente las elecciones presidenciales de El Salvador, rozando el triunfo en primera vuelta. Con el 60 por ciento de las mesas escrutadas al cierre de esta edición, el actual vicepresidente y aspirante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ganaba con el 49,06 por ciento de los sufragios, seguido por el opositor de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Norman Quijano, con el 38,86 por ciento. Para evitar la segunda vuelta, el primero más votado debería sumar como mínimo el 50 por ciento más un voto. En un lejano tercer puesto aparecía el ex presidente Elías Antonio Saca, del movimiento Unidad, con el 11,39 por ciento. También en estos comicios participaron Oscar Lemus y René Rodríguez, de Fraternidad Patriota Salvadoreña y del Partido Salvadoreño Progresista, ambas fuerzas minoritarias.

El izquierdista FMLN llegó al poder por primera vez hace cuatro años de la mano del actual presidente, Mauricio Funes. Sánchez Cerén, ex comandante guerrillero y actual vicepresidente, afirmó ayer después de votar que, si ganaba, hará “un gobierno del pueblo y para el pueblo”. Promete profundizar los programas sociales del gobierno actual y ejecutar en las escuelas públicas el programa “Un niño, una computadora”, en sintonía con iniciativas similares en la región.

Funes hizo declaraciones tras votar en el recinto de ferias de San Salvador. “El ambiente está tranquilo, no tenemos incidentes que lamentar, no hay zozobra”, afirmó el mandatario que dejará el cargo el 1º de junio. Y agregó: “Tenemos una combinación de fuerza policial y efectivos militares que andarían por el orden de los 30 mil uniformados del Estado y que están garantizando la integridad de los votantes”. El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Eugenio Chicas; el fiscal general, Luis Martínez; y el ministro de Defensa, David Munguía Payés, señalaron que no tenían informes sobre hechos de gravedad.

De acuerdo con los sondeos de opinión, los temas que más preocupan a los salvadoreños son la inseguridad, el desempleo y la inflación. En marzo de 2012, las violentas pandillas “maras” pactaron una tregua con el gobierno. Así, la tasa de homicidios cayó de 70 por cada 100 mil habitantes a 40 en la actualidad. Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló que las políticas represivas aplicadas entre 1999 y 2009 fracasaron y, lo que es peor, incrementaron el fenómeno de las pandillas. Sobre este asunto, Sánchez Cerén propone “la mano inteligente”, con programas de inserción, y “la mano firme”, para enfrentar a los delincuentes que reincidan.

Por el contrario, su rival, el alcalde de San Salvador, Norman Quijano, apuesta a su oferta de “mano dura” contra las “maras”. Optimista, desde tempranas horas de ayer, Quijano señaló a los periodistas que “mañana (por hoy) amanecemos como presidente de la República en virtud de este triunfo que nos pertenece”.

A todo esto, el presidente de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, Roberto Rosario, indicó que los observadores internacionales no tuvieron informes sobre anomalías. Rosario consideró como normales, no sólo en El Salvador sino en Latinoamérica en general, las demoras que se produjeron en la apertura de algunos centros de votación. Más de SEIS mil observadores nacionales e internacionales verificaron las elecciones de ayer. Si bien el TSE no ofreció un porcentaje oficial de participación, la consultora LPG Datos indicó que en las primeras cinco horas había votado al menos el 32 por ciento de los salvadoreños.