Varios diputados del derechista Partido de los Colonos de Israel abandonaron la Knesset (Parlamento) cuando Martin Schulz pronunciaba un discurso sobre las condiciones de vida de los palestinos. El presidente del Parlamento Europeo manifestaba en alemán que los palestinos desean vivir en paz y sin que su libertad de movimiento se vea restringida. Y poco antes de que los legisladores abandonaran la Cámara, dijo que los palestinos también tienen el derecho a su propia definición y a la justicia. Schulz añadió, según la edición electrónica del diario Haaretz, que un joven palestino le preguntó “¿por qué un israelí puede emplear 70 litros cúbicos de agua y un palestino sólo 17?”. “No he corroborado esos datos, así que les pregunto si esto es correcto”, afirmó en la Knesset.

En respuesta a las palabras del presidente del Parlamento europeo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó al presidente de la Eurocámara de tener un oído selectivo por afirmar en la Kneset que un israelí emplea cuatro veces más agua que un palestino. Negó esas cifras y señaló que de acuerdo a las estadísticas que recibe de la Autoridad Palestina, incluidos los comunicados oficiales de la Autoridad Palestina de Agua y nuestras cifras, ese dato no es correcto, sino que es significativamente menor.

El ministro de Economía israelí, Naftalí Bennett, líder de la formación pro-colona Bait Hayehudí (Hogar Judío), abandonó el recinto junto a algunos legisladores de esa fuerza. Poco después señaló en su cuenta de la red social Twitter que no aceptará “lecciones de moral sobre mentiras en el Parlamento” israelí y exigió a Schulz que se disculpe por decir que un palestino tiene menos agua que un israelí.

Antes de salir del plenario, una de las diputadas del mismo partido ultranacionalista, Orit Strok, le gritó al presidente del Parlamento europeo “¡Eso es mentira!”. Otros diputados israelíes que escuchaban el discurso recriminaron a los legisladores que era una vergüenza para Israel que se ausentaran. Schulz, quien no se retractó de sus palabras, se limitó a decir en voz alta: “Todo bien. En comparación con los comentarios en el Parlamento europeo, esto es aceptable”.

Hogar Judío, que cuenta con 12 escaños en el Parlamento israelí, aunque no todos estaban ayer presentes, es la cuarta fuerza política y forma parte del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, quien se reunirá con Schulz en las próximas horas. Luego de la polémica sesión, varios diputados de la derecha nacionalista se sumaron a las condenas contra el representante europeo y aseguraron que sus datos no son correctos.

Para la ministra de cultura, Limor Livnat, las palabras de Schulz son una mentira flagrante, mientras el ministro de Asuntos de Jubilados, Uri Orbaj, del mismo partido, dijo que es una pena que al dirigente comunitario lo hayan dejado mentir en alemán en el Parlamento israelí. “La generación de los padres de Schulz y la de los árabes (de aquella época) colaboraron para destruir al pueblo judío”, afirmó el ministro nacionalista, en alusión a los vínculos que hubo entre miembros del Tercer Reich y Amín Al Huseini, líder nacionalista palestino.

También hubo diputados que salieron en defensa de Schulz y repudiaron el comportamiento de los legisladores que abandonaron la sala. El diputado laborista Iztik Shmuli presentó una queja ante el comité de ética del Parlamento y calificó el abandono de la sala como un desprecio a la Kneset.