Naciones Unidas acusó ayer al Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), el grupo radical que tomó por la fuerza varias ciudades de Irak, de perpetrar crímenes de guerra contra cientos de soldados y civiles, en momentos en que Estados Unidos evalúa acciones para frenar el avance de los jihadistas. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que el gobierno del presidente Barack Obama considera como una de las opciones ante la crisis en Irak el uso de drones (aviones no tripulados) para detener el avance de las milicias sunnitas, y se mostró a favor de la cooperación con Irán. El avance de los jihadistas que continúan camino a Bagdad hizo que Wa-shington enviara un buque de de-sembarco con 550 marines al Golfo Pérsico, y desaloje parte de su embajada en la capital iraquí. El secretario de Defensa, Chuck Hagel, envió el buque anfibio de desembarco USS Mesa Verde al Golfo Pérsico, con 550 marines a bordo, informó el Pentágono.

Según la denuncia de la ONU, los islamistas sunnitas del EIIL realizaron una serie de ejecuciones sistemáticas y a sangre fría de cientos de soldados capturados y de civiles en la ciudad de Tikrit, que junto a Mosul, Kirkuk, Ramadi y Fallujah y Tel Afar están bajo su control. “En base a informes corroborados por varias fuentes, se sabe que cientos de hombres que no eran combatientes fueron ejecutados sumariamente en los últimos cinco días en Irak”, denunció la oficina de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Las víctimas eran soldados que fueron capturados, reclutas, policías y otras personas vinculadas con el gobierno, incluidos líderes religiosos, todos ellos chiítas, la rama del Islam que es mayoría en Irak y blanco de los ataques de los sunnitas radicales.

Según la información de la ONU, fuerzas afiliadas al EIIL también ejecutaron al imán de la Gran Mezquita de Mosul el 12 de junio por haber rehusado jurar lealtad al grupo extremista. También se sabe del asesinato por la misma razón de otros dirigentes religiosos, entre ellos doce imanes que fueron ejecutados frente a la mezquita de Al Israa, en Mosul. “El lenguaje provocador utilizado por el EIIL, que ha estado hablando de la ‘liquidación de rebaños de ovejas’, y su incitación a tensiones sectarias están claramente dirigidos a sembrar el caos y ensangrentar el país”, advirtió Pillay.

La funcionaria destacó que los iraquíes soportan un sufrimiento constante desde hace una década, cuando fueron invadidos por Estados Unidos y cayó el entonces presidente, el sunnita Saddam Hussein, que terminó condenado al ahorcamiento, tras gobernar el país por más de 20 años. Pillay señaló también que esta nueva ola de violencia extremista no es peligrosa sólo para Irak sino también para toda la región, sin mencionar a Siria, considerando que el país vecino lleva más de tres años de guerra civil entre el gobierno del presidente Bashar al Assad y la oposición siria y los grupos jihadistas.

En una entrevista con Yahoo! News, Kerry dijo que no cree que los insurgentes estén en condiciones de ocupar la capital iraquí a corto plazo. “Pero cuando se cometen masacres, hay que ponerle alto a eso, desde el aire o de alguna otra manera”, agregó, dando señales de una posible intervención del gobierno de Obama en el conflicto iraquí. El Pentágono informó ayer sobre la llegada a la región del buque de operaciones militares anfibias USS Mesa Verde, que se suma a la fuerza naval encabezada por el portaaviones George H.W. Bush. “Su presencia en el golfo da al comandante en jefe (el presidente Barack Obama) opciones adicionales para la protección de los ciudadanos e intereses estadounidenses en Irak si decide usarlos”, señaló el vocero del Pentágono, el almirante John Kirby.

El Departamento de Estado ordenó la evacuación de parte del personal destinado a su embajada en Bagdad, reforzó la seguridad en la sede diplomática e insistió en el riesgo para sus ciudadanos en desplazamientos por cinco provincias del norte y el este del país. La embajada se encuentra en la Zona Verde de Bagdad, barrio fortificado a orillas del río Tigris que alberga las distintas sedes del gobierno iraquí.

Las tropas kurdas todavía esperan que el gobierno de Nuri al Maliki pida ayuda para sofocar la rebelión sunnita, aseguró su portavoz, Yabar Yawar. “Estamos esperando que nos llamen. Debería suceder ya. ¿Cuándo? Eso está en las manos de (el primer ministro iraquí) Nuri al Maliki”, sentenció Yawar desde su oficina en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. Hasta que no haya una petición formal de Al Maliki al presidente de la región, explicó, los “peshmergas” (tropas kurdas) sólo defenderán sus intereses y no cooperarán en la lucha contra los insurgentes sunnitas en el norte de Irak. Por el momento, Bagdad prefirió movilizar a la población civil chiíta que recurrir a la ayuda kurda.

Desde ayer, los jihadistas controlan la localidad iraquí de Tal Afar, ubicada a 50 kilómetros al oeste de Mosul, capital de la provincia septentrional de Nínive. El presidente del Consejo de Tal Afar, Mohamed al Wahab, dijo que combatientes de EIIL se hicieron con el dominio de la ciudad, escenario de duros enfrentamientos desde hace dos días y habitada por turcos sunnitas y chiítas.