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Los diputados iraquíes eligieron ayer presidente del Parlamento al sunnita Selim al Yaburi (foto), lo que puso fin a dos semanas de parálisis política por el fracaso de las dos sesiones anteriores. Al Yaburi, un islamista moderado, logró 194 votos de los 273 parlamentarios que acudieron a la votación, muy por encima de la otra candidata, Shuruq al Abaiyi, de la izquierdista Alianza Civil Democrática, según los resultados retransmitidos por la televisión oficial. Abaiyi obtuvo 19 votos y hubo 60 sufragios nulos, reveló el diputado de mayor edad, Mahdi al Hafez, quien presidió las sesiones de forma interina. Esta fue la tercera reunión que celebró el Parlamento, surgido de las elecciones legislativas de abril pasado y que ahora deberá elegir un jefe de Estado, que a su vez designará un primer ministro.

Tras conocerse el nombre del nuevo presidente del Parlamento, los diputados comenzaron a elegir a los dos vicepresidentes. Para el puesto de primer vicepresidente presentaron sus candidaturas los parlamentarios Haidar al Ebadi, de la chiíta Alianza Nacional Iraquí; Ahmed el Yalabi, apoyado por el Bloque de los Liberales; y Farez Yeyu, de la Alianza Civil Democrática. Al inicio de la sesión, juraron algunos diputados que todavía no lo habían hecho y a continuación se celebró una reunión a puerta cerrada para la votación.

El presidente saliente de la Cámara, el sunnita Osama al Nuyaifi, subrayó el domingo que su grupo Fuerzas Iraquíes estaba dispuesto a votar por Al Yaburi e instó a las otras formaciones a presentar sus aspirantes a vicepresidentes. Esta coalición sunnita propuso a Al Yaburi como candidato a presidir el Parlamento para, según el bloque político, “solucionar las políticas erróneas y contribuir al cambio y al progreso en el proceso político”.

El grupo Fuerzas Iraquíes también rechazó en su reunión de hace tres días un tercer mandato del primer ministro en funciones, el chiíta Nuri al Maliki. La coalición del actual premier, Estado de Derecho, fue la más

votada en las elecciones legislativas de abril pasado, pero no tiene la mayoría necesaria para formar gobierno. La primera sesión del nuevo Parlamento, del 1º de julio pasado, fracasó por falta de quórum, mientras que la segunda fue aplazada por falta de consenso entre las distintas fuerzas políticas.

Irak se encuentra inmerso en una grave crisis debido al avance de grupos insurgentes sunnitas, que el 10 de junio se hicieron con el control de Mosul, la segunda ciudad del país, y desde allí avanzaron hacia otras zonas del norte y el centro. Los jihadistas del Estado Islámico (EI) declararon además el 29 de junio un “califato islámico”, que abarca desde la provincia siria de Alepo a la iraquí de Diyala.

Ayer, el ejército iraquí recuperó gran parte de la ciudad de Tikrit, cuna del fallecido líder sunnita Saddam Hussein y un complejo de palacios presidenciales que estaban controlados por milicias insurgentes, informaron fuentes oficiales. Tikrit, a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad, fue asaltada por tierra y aire en un operativo denominado Espada Cortante, en el que las fuerzas oficiales recuperaron varios feudos del EI. Según el Ministerio de Defensa, dos horas después del inicio de la ofensiva, las tropas lograron recuperar gran parte de la ciudad y controlar la mayoría de los edificios gubernamentales y la Academia de la Policía.