Miércoles, 16 de julio de 2014 | Hoy
ECONOMíA › CRISTINA KIRCHNER LLEGó A BRASILIA PARA LA CUMBRE BRICS-UNASUR
La Presidenta participará de la cumbre entre los países Brics y la Unasur. Se espera un apoyo por la negociación con los fondos buitre y por Malvinas. Argentina apunta a sumarse en algún momento al grupo de emergentes.
Por Nicolás Lantos
Desde Brasilia
Brasilia, una metrópolis pensada y construida para la burocracia, sigue con su vida habitual. Nada, excepto la imponente silueta del Estadio Nacional Mané Garrincha recortada contra el cielo diáfano del Amazonas, indica que hasta hace pocas horas se disputaba aquí la Copa del Mundo. Así como nada, excepto las banderas que flamean en el sector de hoteles de lujo de la urbe, a pocos minutos de la sede del gobierno federal, indica que desde hoy recibirá a los mandatarios de las potencias emergentes de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Su-dáfrica) y de los países sudamericanos, nucleados en la Unasur. A esta ciudad arribó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, un rato antes de la medianoche.
La mandataria argentina llegó a bordo del Tango 01 en un vuelo directo desde Río Gallegos, adonde había viajado para celebrar el primer cumpleaños de su primer nieto. En otro avión, desde Buenos Aires, arribaron el ministro de Economía, Axel Kicillof, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, además del canciller Héctor Timerman y una comitiva de legisladores oficialistas y opositores, que incluye a la jefa del bloque oficialista en la Cámara baja Juliana Di Tulio, al senador sanjuanino Ruperto Godoy y a los diputados Lino Aguilar (Compromiso Federal) y Carlos Heller (Nuevo Encuentro). También integra la comitiva el gobernador de Entre Ríos y precandidato presidencial, Sergio Urribarri. “Este es un momento muy significativo en el plano de las relaciones de Argentina con el mundo. Sabemos que en la agenda de la cumbre aparece la necesidad de reformular el sistema financiero. Es una prioridad”, evaluó Urribarri antes de subirse al avión.
La agenda oficial prevé una breve estancia en esta ciudad antes de regresar a la Argentina esta misma tarde, pero no se descartaba que la estadía de CFK se extendiera 24 horas más para participar del encuentro entre Brasil, China y el cuarteto de la Celac programado para mañana.
Si bien la lista de mandatarios de Unasur que participarán hoy de la cumbre no fue confirmada oficialmente, en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, confiaban en que todos los presidentes sudamericanos sean de la partida. En principio, el uruguayo José Mujica, el boliviano Evo Morales, la chilena Michelle Bachelet y el venezolano Nicolás Maduro estarán esta tarde en Brasilia junto a CFK, la anfitriona Dilma Rousseff, el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping, el sudafricano Jacob Zuma y el indio Narendra Modi.
El objetivo manifiesto de los presidentes de la región que se acerquen a esta capital será conseguir encuentros bilaterales, aunque sean breves, con los dos líderes más influyentes de los Brics, Putin y Jinping. La presidenta argentina ya lo consiguió de antemano: al ruso, que la invitó especialmente a este encuentro con un mes de antelación, lo recibió el sábado pasado en la Casa Rosada, mientras que hará lo propio con el mandatario chino este fin de semana.
Además del aspecto comercial y la llegada de inversiones, dos puntos centrales en las relaciones de la Argentina con las dos potencias del Hemisferio Oriental, el interés del gobierno nacional por acercarse a los Brics y eventualmente formar parte de este bloque sobrevuela la agenda toda esta semana, desde el encuentro con Putin hasta la cita con Jinping, pasando por las jornadas en Fortaleza y la cumbre de Brasilia. La adhesión no tendrá lugar en esta ocasión, pero en Buenos Aires confían en “sentar las bases” para completarlas en los próximos meses. “Cristina quiere dejar a la Argentina dentro de los Brics antes de irse”, aseguran fuentes oficiales.
Al respecto, se manifestaron en los últimos tiempos los mandatarios de India y China, quienes respaldaron un eventual ingreso de Argentina, y Rusia, que fue el primer país en extenderle a Fernández de Kirchner una “invitación especial” a esta cumbre, antes de que se sumara el resto de los mandatarios de la región. Otros países, como México, Indonesia y Australia, también serían bienvenidos en unos Brics que, en un futuro no muy lejano, podría convertirse en una suerte de G-8 alternativo que presente un contrapeso a los grandes centros de toma de decisiones políticas y económicas del Hemisferio Norte.
El gobierno argentino también confía en llevarse de Brasilia una declaración explícita de apoyo a su posición en el litigio contra los fondos buitre por el pago de la deuda defolteada, y otra respecto a la soberanía sobre las Islas Malvinas y el Atlántico Sur, dos temas en los que los países de los Brics ya se alinearon con Buenos Aires en diversos foros internacionales como la Organización de Naciones Unidas, el G-20 y el G-77.
Los mandatarios de los Brics y Unasur se reunirán a partir de las diez de la mañana en Itamaraty, uno de los emblemáticos edificios construidos por el arquitecto Oscar Niemeyer en esta ciudad, diseñada hace poco más de medio siglo para convertirse en la capital brasileña. Después del saludo de protocolo, los jefes y jefas de Estado se tomarán la foto de familia y luego está previsto que comience el plenario, a puertas cerradas, que podría interrumpirse al mediodía para que compartan un almuerzo en la misma sede de la Cancillería.
La importancia de la región para el bloque de potencias emergentes quedó explicitada en el documento que emitió ayer ese bloque tras la reunión que mantuvieron los presidentes de las cinco potencias emergentes los últimos dos días, en Fortaleza: en el tercero de los 72 puntos de ese comunicado, destacaron “los procesos de integración en América del Sur” como un modelo a seguir, y manifestaron su coincidencia con “las políticas macroeconómicas y sociales inclusivas implementadas” por los gobiernos de la región “con el imperativo de enfrentar desafíos para la humanidad puestos por la necesidad de alcanzar simultáneamente crecimiento, inclusión, protección y preservación”.
También destacaron su “apoyo” a los procesos políticos que se de-sarrollaron en los últimos años en Sudamérica, resaltando “sobre todo la importancia de la Unasur en la promoción de la paz y la democracia en la región, y en la obtención del desarrollo sustentable y erradicación de la pobreza” en el continente más desigual del planeta. “Creemos que el diálogo fortalecido entre los Brics y los países de América del Sur puede desempeñar un papel activo en el fortalecimiento del multilateralismo y de la cooperación internacional, para la promoción de la paz, la seguridad, el progreso económico y social y el desarrollo sustentable, en un mundo globalizado cada vez más complejo e interdependiente”, concluyeron los Brics.
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