El juez federal Claudio Bonadio citó al vicepresidente Amado Boudou para que preste declaración indagatoria el próximo miércoles 23, a las 10.30. El expediente en sí mismo es de escasa envergadura, porque la imputación consiste en que se incorporaron datos falsos en la radicación –no en la compra– de un automóvil Honda CRX Del Sol, modelo 92. Boudou ya declaró que todo el trámite fue hecho por gestores que él ni conoció, ya que fueron contactados por su pareja de ese momento, Agustina Seguín. Ella utilizaba el vehículo, confirmó los dichos del vicepresidente y sostiene que fue engañada por los gestores. Bonadio ya procesó a los hombres de la gestoría y el procesamiento quedó firme porque no apelaron. En el oficialismo, el llamado a indagatoria es considerado una movida política y le adjudican a Bonadio relación estrecha con el candidato presidencial opositor Sergio Massa.

Según confirmó a este diario el abogado de Boudou en esta causa, Jacobo Grossman, el vicepresidente estará el miércoles ante el juez y ejercerá su defensa. En 1993, Boudou compró el vehículo, que hoy tiene un valor aproximado de 80 mil pesos, a una concesionaria de Mar del Plata. El auto era usado por Seguín y recién diez años más tarde, en 2003, decidió cambiar la radicación del convertible pasándolo de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, a Capital Federal. Seguín contactó a una gestoría para hacer el trámite y los pasos que dieron fueron más que irregulares:

- En el formulario 08, la firma de Boudou es apócrifa, según se determinó en un peritaje.

- La dirección es falsa y la intencionalidad es evidente: los gestores quisieron hacer los papeles en un Registro del Automotor en el que seguro conocían gente.

- La verificación es falsa.

- El número del motor es incorrecto. Se dejó el original, pero en verdad el motor se fundió en 1995 y la numeración casi no se percibía.

Boudou ya le hizo saber al juez en su momento que no tuvo nada que ver con el trámite y que ni siquiera conoció a los gestores, Carlos Alberto Soto y Rodolfo Basimiani. Seguín declaró en el expediente y confirmó los dichos de Boudou, además de sostener que ella fue engañada por los gestores. Pese a esa argumentación y a que no había ninguna intencionalidad económica en la movida –por ejemplo, no se trataba de un auto robado o traído al país ilegalmente–, el juez resolvió seguir adelante con la imputación a Boudou. Tampoco modifica de manera sustancial el patrimonio del vicepresidente, aunque en su momento tuvo un tire y afloje por ese vehículo con quien fuera su esposa en aquella época.

Pese a tratarse de un caso de poca relevancia, en la convocatoria de ayer Bonadio exhibió cierta furia. Le otorgó una postergación a la indagatoria que debía concretarse hoy, casi de mala gana, tal vez porque el pedido de postergación recién se presentó el lunes. Es conocido desde hace mucho que en esta jornada Boudou ejercería la presidencia, debido a que Cristina Kirchner está en Brasil. Pero Bonadio igual manifiesta su molestia porque sugiere que Boudou debió informarle qué actividades tenía hoy que le impidieran concurrir. Para redondear, lo amenaza con pedirle el desa-fuero si no concurre el miércoles.

En el oficialismo insisten en que la actuación de Bonadio es política, ligada a Massa, por lo cual piensan que desechará toda explicación del vicepresidente y lo procesará.

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