EL MUNDO
Simulacro del terror
El centro de Londres se paralizó ayer durante un simulacro de ataque terrorista, el primero a gran escala desde la tragedia del 11 de septiembre. El operativo, que duró varias horas, tuvo como fin probar la actuación de la policía, los bomberos y los servicios de emergencia ante un supuesto ataque con gas venenoso en la red de subterráneos. Vestidos con trajes de protección contra armas nucleares y químicas y máscaras antigás, unos 500 hombres y mujeres simularon salvar a 60 “víctimas” del subte y las llevaron a las carpas donde se habían instalado equipos de descontaminación. El alcalde de la ciudad, Ken Livingstone, señaló que el simulacro estaba planeado desde hace meses, pero que fue pospuesto por “gastos relacionados con la guerra de Irak”.