Cientos de personas que participaron en una caminata de 195 kilómetros en apoyo a los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, desaparecidos en el sur de México, llamaron ayer a que las manifestaciones se alejen de la violencia. “Esta lucha tiene que ser de resistencia pacífica, es la forma en que podemos transformar el país”, dijo José Alcaraz García, uno de los organizadores, en nombre del Movimiento 43x43. Ni un desaparecido más, durante una protesta en ciudad de México. En contraste, el sábado, un grupo de jóvenes quemó un portón de madera del Palacio Nacional tras una manifestación en apoyo a los 43 alumnos desaparecidos. Personal del Estado Mayor Presidencial logró resguardar la puerta con equipos antimotines después de que ésta comenzaba a ceder tras los intentos de los manifestantes de incendiarla con gasolina y golpearla con vallas metálicas.

Durante los incidentes, al menos dos personas resultaron heridas y cinco jóvenes fueron detenidos cuando la policía federal llegó al lugar y arremetió contra los manifestantes. Antes de los actos vandálicos, los activistas leyeron un comunicado en que expresaban su inconformidad por “la impunidad y la corrupción que predomina en el país”, y gritaron consignas como “¡Fuera Peña!” o “¡Fue el Estado!”. Es que el presidente Enrique Peña Nieto generó mayor indignación al no suspender su gira por China y Australia (cumbre del G-20), algo que le pidieron los amigos y familiares de las víctimas.

Ayer, las manifestaciones volvieron a copar las calles mexicanas. “Estamos ante una emergencia nacional por la inseguridad que existe, creemos en los pactos ciudadanos construidos para modificar las cosas, no en los pactos cupulares que han demostrado su ineficacia”, afirmó Alcaraz García. Y dijo que no creen en la versión oficial del Fiscal General de México, Jesús Murillo Karam, de que los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa habrían sido asesinados. Murillo Karam informó que se hallaron restos humanos calcinados sin identificar en un basurero y en bolsas arrojadas a un río y que, según testimonios, serían de los estudiantes.

Tras esas afirmaciones, Alcaraz García exigió a las autoridades que si no se sienten capaces de responder a los reclamos sociales debían renunciar a sus cargos, en alusión al comentario de Murillo Karam de que se había cansado después de que le hicieron varias preguntas en la conferencia de prensa. La frase “Ya me cansé de Murillo Karam” ahora es usada para protestar contra la violencia en México. “México está de luto, desde hace rato está de luto y está más indignado que nunca”, sostuvo Alcaraz García. En la localidad de Tres Marías, ubicada a unos 55 kilómetros al sur de ciudad de México, Alcaraz advirtió que a pesar del cansancio, el grupo que encabeza planeaba arribar a la capital mexicana para exigir a las autoridades que renuncien si no se sienten capaces de responder ante los reclamos ciudadanos.

“Si a nuestras autoridades, y en concreto al procurador (general de México, José Murillo Karam) ya se le acabó la pila (la fuerza), por dignidad debiera retirarse”, insistió el dirigente social. “Nuestra lucha es por la paz, la seguridad y la justicia. Porque un pueblo que odia puede caer en el fanatismo e incrementar la violencia. La violencia no es recomendable, la rechazamos como método de lucha”, advirtió Alcaraz García.

Participantes en la marcha #43x43 iniciaron el lunes pasado en la ciudad de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, un recorrido de 195 kilómetros con el fin de exigir seguridad en México y la aparición con vida de los jóvenes secuestrados. En Iguala desaparecieron el 26 de septiembre los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, un centro de formación de maestros de comunidades pobres, después de ser tiroteados por la policía con el resultado de seis muertos y 25 heridos. En la caminata participan 43 representantes de distintas asociaciones, uno por cada estudiante desaparecido, aunque son 85 las organizaciones que respaldan la movilización.

En tanto, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa quemó el sábado al menos siete vehículos y destrozaron vidrios del Palacio de Gobierno de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, en protesta por las versiones de que sus compañeros de-saparecidos fueron asesinados. Más de mil estudiantes con los rostros cubiertos entraron al Palacio de Gobierno armados con palos y piedras, destrozaron vidrios, escribieron consignas e incendiaron algunos vehículos de transporte de carga y una patrulla en el estacionamiento. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, fue la consigna de parte del grupo de manifestantes. Entre las pintadas se leía “Dame una razón para no sentir coraje, mis hermanos están siendo degollados, asesinados, y tú me dices que esté tranquilo”, y “Cuando una ley es injusta, lo justo es desobedecer. Ayotsi vive”. Cientos de personas que participan en el Movimiento 43x43 -Ni un desaparecido más se dirigieron ayer al Zócalo de la ciudad de México.