Desde Londres

En una Europa en vilo el Reino Unido elevó el nivel de alerta para la policía y reforzó el patrullaje y vigilancia de escuelas y locales judíos. En un acto de conmemoración de los muertos en París organizado por el Consejo Judío Británico, la ministra del Interior, Theresa May, alzó junto al resto de los presentes una pancarta que decía “Je suis juif” (yo soy judío) y se comprometió a erradicar el antisemitismo. “Sé que muchos judíos en este país tienen miedo y se sienten vulnerables. Jamás pensé que iba a llegar el día en que miembros de la comunidad judía tuvieran miedo de permanecer en el Reino Unido. Esto significa que todos debemos redoblar nuestros esfuerzos para erradicar el antisemitismo del Reino Unido”, dijo May.

El sábado, en la columna central política del The Guardian, Jonathan Freedland definió el clima de temor que se vive en Gran Bretaña en su doble condición de judío y periodista. “Dos grupos quedaron especialmente conmocionados por lo sucedido: los periodistas y los judíos. En las oficinas de los periódicos, en las sinagogas y escuelas judías están controlando las vías de acceso, vigilando entradas y salidas. Conozco colegas y amigos que empiezan a pensar lo impensable. El miedo se está convirtiendo en el telón de fondo de nuestras vidas”, señaló Freedland.

En el caso de la comunidad judía el pesimismo es palpable. Una encuesta de “Campaña contra el antisemitismo”, dada a conocer esta semana, muestra que un 58 por ciento de los judíos británicos cree que debido al creciente antisemitismo su futuro ya no está en el Viejo Continente. En el censo de 2011 263 mil personas se describieron como judías en el Reino Unido, aunque se estima que el número aumentaría si se tomara en cuenta a los no religiosos. El jueves el director de la Asociación Judía de Europa, el rabino Menachem Margolin, escribió a los gobiernos de la Unión Europea y les pidió que cambien su política para entregar permisos especiales de portación de armas de autodefensa para los judíos. “Queremos que gente designada de la comunidad judía y sus instituciones pueda tener armas para la protección de sus comunidades y que se les dé el entrenamiento correspondiente para su uso en casos de ataques terroristas”, indicó el rabino.

En Londres el portavoz de temas antiterroristas de Scotland Yard, Mark Rowley, señaló el viernes que no sólo se estaba reforzando la protección de la comunidad judía sino también la de los musulmanes. Según el censo, hay casi tres millones de musulmanes en el Reino Unido, un aumento de más de un millón desde 2001: la tercera población más grande de origen musulmán en Europa, después de Francia y Alemania. El ascenso del partido antiinmigración UKIP y el atentado en Francia han puesto en estado de alerta a los musulmanes británicos, que temen una escalada contra mezquitas y objetivos islámicos.

La policía elevó también el estado de alerta para sus oficiales de “sustancial” a “altamente probable” luego del frustrado ataque sobre agentes en Bélgica la semana pasada. En el particular sistema británico el cambio significa que hay un aumento significativo de la probabilidad de ataques terroristas contra policías, aunque no hay información de ataques específicos, en cuyo caso se elevaría a la máxima categoría: inminente.

A diferencia de los policías en Francia y Bélgica, los británicos no portan armas cuando patrullan las calles salvo que estén específicamente autorizados para hacerlo por formar parte de unidades especiales. El número de agentes autorizados a portar armas bajó de 5746 en 2009 a 4986 el año pasado, una tendencia que podría cambiar en el escenario post Charlie Hebdo. “Los comisarios a nivel nacional están estudiando las medidas que se pueden adoptar para incrementar la seguridad de sus agentes”, señaló Mark Rowley.

La semana pasada el grupo fundamentalista que aspira a reemplazar a Al Qaida y que en los dos últimos años cambió la ecuación político-militar tanto en Siria como en Irak, el Estado Islámico, renovó el llamado a sus seguidores para que ataquen a policías occidentales. En Nueva York la policía ya ha dado a sus agentes instrucciones especiales de seguridad, como vigilar con especial cuidado las manos de cualquier persona que se les acerque.

En Londres el Centro de Estudios de la Radicalización del King’s College identificó a 30 musulmanes británicas en Siria que están alentando a las mujeres que se han quedado en el Reino Unido a ejecutar atentados. “El mensaje es que si no pueden ir a Siria por razones familiares o económicas que hagan algo en el Reino Unido. Contrariamente a lo que se piensa, las mujeres no se limitan a su rol de esposas de combatientes y madres de sus hijos. Su participación en acciones suicidas es históricamente muy alta”, indicó al dominical The Observer Melanie Smith, del King’s College.