Cuatro hombres tuvieron que declarar ayer ante un tribunal acusados de haber brindado apoyo logístico a Amedy Coulibaly, autor de la toma de rehenes en el supermercado kosher de París y del asesinato de una policía municipal. Se sospecha que los cuatro detenidos aportaron armas –seis pistolas automáticas Tokarev, dos rifles de asalto Kalashnikov y explosivos–, teléfonos, un auto y una moto a Coulibaly, abatido por los disparos de la policía en la toma de rehenes del 9 de enero, informó la Fiscalía de París.

Según la televisión BFM TV, se encontraron rastros de ADN de uno de los sospechosos en el material utilizado por Coulibaly en el ataque al supermercado. Se desconoce si los hombres conocían los planes de Coulibaly, si bien el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, señaló el viernes que entre ellos hay viejos conocidos de la policía por hechos de delincuencia común. El Ministerio Público parisino dispuso ayer la prisión preventiva y el inicio de una investigación penal contra los cuatro por posibles vínculos con los ataques terroristas.

A través de un comunicado, la Fiscalía informó que los cargos contra los cuatro sospechosos incluyen asesinato e intento de asesinato relacionado con terrorismo; asesinato e intento de asesinato basado en persecución religiosa; transporte de armas para fines terroristas y financiación del terrorismo, entre otros delitos. Los acusados, de entre 22 y 28 años, forman parte del grupo de ocho hombres y cuatro mujeres detenidos la semana pasada por su presunto apoyo logístico al islamista Coulibaly. Tres de los 12 arrestados fueron liberados el fin de semana, mientras que otros cinco fueron puestos en libertad en la madrugada de ayer, sin cargos, al haber expirado el tiempo de detención provisional. Las investigaciones contra los cuatro detenidos también incluyen vínculos con Cherif y Said Kouachi, quienes cometieron el ataque contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, que causó 12 muertos el 7 de enero. Los hermanos Kouachi murieron posteriormente en un enfrentamiento con la policía.

En tanto, el periódico Midi Libre informó que en la noche del lunes al martes fueron arrestados cinco ciudadanos rusos de origen checheno en las ciudades de Béziers y Montpellier, en el sur de Francia. Además se descubrieron explosivos, agregó el diario regional que se distribuye en la región de Languedoc-Rosellón. En Chechenia, en el Cáucaso Norte, cientos de miles de personas protestaron anteayer contra las caricaturas de Mahoma publicadas en Charlie Hebdo. Por otra parte, Bulgaria anunció que quiere extraditar a un ciudadano francés sospechoso de tener vínculos con los atacantes de la revista parisina, anunció ayer un tribunal administrativo en Sofía.

Fritz Joly Joachin, un hombre de 29 años nacido en Haití, dijo a la corte en Haskovo que no se opone a la extradición. Joachin fue arrestado el 1º de enero en la frontera con Turquía tras una orden de captura de Francia por el presunto secuestro de su hijo de tres años. Después del atentado al semanario en París, las autoridades francesas también requirieron a Joachin por su presunta participación en la organización del ataque. El hombre negó estar involucrado, pero admitió conocer a uno de los atacantes desde la infancia.

Casi dos semanas después de los atentados jihadistas en Francia, el primer ministro Manuel Valls denunció a la prensa la existencia de un apartheid social y étnico en Francia. Valls se refirió a la situación de los inmigrantes en Francia. “La relegación en las afueras de las ciudades, los guetos, de los que ya hablé en 2005, el apartheid territorial, social, étnico que se ha impuesto en nuestro país figuran entre los males que corroen a Francia”, dijo el funcionario en su discurso anual ante la prensa. El ministro del Interior anunciará hoy medidas para reforzar los medios de protección de la policía y de los gendarmes pero también para los servicios de inteligencia, acusados de haber cometido errores en la vigilancia de los jihadistas.

El Estado francés otorgó ayer la ciudadanía a Lassana Bathily, el joven que, tras los ataques terroristas en la capital francesa, fue bautizado como el “héroe de París” por haber ayudado a las víctimas del supermercado kosher. El refugiado de Mali, de 24 años, recibió su nuevo documento de identidad de manos de Valls. Cuando Coulibaly irrumpió en la tienda el 9 de enero, algunos clientes huyeron hacia el sector de atrás del local, donde Bathily, que trabajaba en el supermercado, los ayudó a ocultarse en un frigorífico, que estaba apagado. Además de ayudar a los clientes a ocultarse, Bathily logró escapar de la tienda por una salida de emergencia y colaboró desde afuera con la policía haciendo planos de las instalaciones. Tras los ataques en París, las redes sociales se inundaron con pedidos para concederle la ciudadanía. El ministro Cazeneuve consideró que era un ejemplo de alguien que emprendió un camino de éxito en la República y que demostró coraje en circunstancias dramáticas. El joven, que vive en Francia desde 2006 y que había solicitado la ciudadanía francesa el año pasado, dijo sentirse muy orgulloso por su nuevo documento.