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Un experto en bombas integrante del grupo extremista islámico Jemaah Islamiya –al que se liga a Al-Qaida– fue muerto ayer en el sur de Filipinas en una operación conjunta entre militares y policías, informó el teniente general Rodolfo García, subjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. García informó que el convicto y fugado Fathur Rohman Al Ghozi fue muerto por la tarde en la ciudad de Pigkawayan, en la provincia de Cotabato Norte, 960 kilómetros al sur de Manila, y que su cuerpo fue llevado a la cercana ciudad de General Santos.
Miles de efectivos recorrieron la sureña región de Mindanao durante los pasados tres meses en busca del indonesio Al Ghozi, quien se había fugado de un centro de detención de máxima seguridad en el interior de la sede de la policía nacional, el 14 de julio.
El sujeto en cuestión cumplía una condena por posesión ilegal de explosivos y falsificación de documentos públicos. Según la policía, antes de escapar confesó su vinculación con una serie de atentados con bomba perpetrados en Manila en diciembre de 2000 que dejaron 22 muertos y más de cien heridos, por lo que también había sido acusado.