EL MUNDO › FRANCIA, RUSIA Y ALEMANIA MODERAN POSICIONES SOBRE IRAK EN LA ONU
Algo más cerca del emperador W.
Un nuevo proyecto de resolución de Francia, Rusia y Alemania en la ONU acorta posiciones con la propuesta de EE.UU..
Por Isabel Piquer *
Desde Nueva York
La batalla diplomática en la ONU entró en un nuevo capítulo ayer después de que Rusia, Alemania y Francia propusieran una serie de enmiendas a la resolución presentada por Estados Unidos sobre la reconstrucción de Irak. Los cambios, mucho más conciliadores que las críticas de los últimos días, llevaban implícito una oferta para alcanzar un consenso mayoritario en el Consejo de Seguridad. EE.UU., intentando abreviar en lo posible el regateo, mantenía su intención de presentar hoy el texto a votación.
El contraataque tripartito, respaldado por China, abrió un nuevo debate. Los presidentes de Rusia, Alemania y Francia, Vladimir Putin, Gerhard Schröder y Jacques Chirac, acordaron en una conversación telefónica llegar a la ONU con un paquete de enmiendas destinadas a suavizar la resolución presentada por EE.UU., el Reino Unido, España y, nuevo copatrocinador, Camerún. En la sede de Naciones Unidas, Washington dejó la puerta abierta a la negociación. “Algunas cosas son interesantes”, dijo el portavoz Rick Grennel. Los cambios, toda una oda a la sutileza del lenguaje diplomático, son pocos. La iniciativa es un claro retroceso respecto de las posturas iniciales de los tres países: no cuestiona la supremacía estadounidense en Irak ni plantea un traspaso inmediato de la soberanía, como habían pedido en un principio. Es, explicó un diplomático europeo, “una puerta abierta a una transición política independiente”. Las enmiendas intentan reforzar, muy entrelíneas, el poder, escaso, del Consejo de Gobierno, pero sobre todo pretenden garantizar, por escrito, que Estados Unidos dejará Irak después de la celebración de las elecciones. Rusia, Francia y Alemania piden que las “responsabilidades de la Autoridad (estadounidense)” y el “mandato del contingente internacional” terminen cuando “un gobierno representativo y reconocido internacionalmente” asuma el poder en Bagdad. Los tres países también intentan esclarecer el camino de la transición, una cuestión que no se ha resuelto. Las enmiendas exigen que EE.UU. indique cuándo traspasará a los iraquíes responsabilidades efectivas. La resolución original no da fechas, sólo menciona “cuando sea factible”.
El texto estadounidense sólo propone que, antes del 15 de diciembre, el Consejo de Gobierno presente un calendario para redactar una Constitución y celebrar elecciones. La propuesta de compromiso conjunta lleva implícita una oferta de consenso. “Si EE.UU. aprueba el bloque, todo el Consejo podría votar a favor del texto”, indicó una fuente de la ONU. Por ahora Washington no espera conseguir mucho más que los nueve votos estrictamente necesarios a la aprobación. Un respaldo mayoritario significaría una victoria diplomática significativa. Con esta oferta singularmente conciliadora, Francia, Alemania y Rusia señalan su voluntad de mantener un cierto statu quo en el Consejo, a la vista de que EE.UU. no va a cambiar de postura. Tampoco quieren seguir luchando contra una resolución que no tendrá mucho impacto, sin la contribución explícita de otros países al esfuerzo militar y económico de Washington.
Paradójicamente la iniciativa tripartita ha dejado aislado a Kofi Annan. Fue el único ayer en criticar el texto. “La nueva resolución no significa un cambio profundo en la forma de pensar de la coalición. (...) Mientras siga la ocupación, los focos de resistencia seguirán creciendo”, dijo el secretario general. La noción de soberanía mencionada en la resolución de EE.UU. “es una bonita frase, pero la potencia ocupante sigue teniendo la autoridad”, subrayó. Sin embargo Annan mostró un cierto alivio. El texto estadounidense permite a la ONU tener un papel en Irak, “si las circunstancias lo permiten”, una frase que habilita al secretario general evitar mandar personal hasta que no mejore la seguridad. “Aplicaré laresolución, pero por supuesto tengo limitaciones que han sido reconocidas”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12