EL MUNDO
A retiro y sin gloria el general alemán que elogió al antisemitismo
El 3 de octubre había sido el turno del democristiano Martin Hohmann de decir que los judíos eran “un pueblo culpable”. Luego, un alto militar alemán lo apoyó en una carta. Y ayer fue despedido.
Por José Comas *
Desde Berlín
El ministro federal de Defensa, el socialdemócrata Peter Struck (SPD), destituyó ayer en forma fulminante al general de brigada de 59 años Reinhard Guenzel, jefe de las fuerzas especiales del ejército alemán, por haber expresado en una carta su solidaridad y apoyo a las declaraciones antisemitas del diputado democristiano Martin Hohmann (CDU). Struck declaró que no es un despido honroso y aseguró que se trata de un caso aislado en el ejército alemán. El ministro solicitó al presidente federal alemán, Johannes Rau, el preceptivo permiso para pasar a retiro al general Guenzel con efectos inmediatos.
El discurso antisemita de Hoh-mann el 3 de octubre, festividad de la unidad alemana, en Neuhof, un pueblo del este del estado federado de Hesse de 11.595 habitantes, todavía provoca daños colaterales. En aquella ocasión, el diputado Hoh-mann calificó a los judíos de “pueblo culpable”, tanto como los alemanes nazis. Según Hohmann, en la cúpula de los bolcheviques y en los comandos asesinos de los chequistas soviéticos abundaban los judíos y por eso son también un “pueblo culpable”. El diputado Hohmann parece haberse librado del asunto con una amonestación de sus jefes de la democracia cristiana (CDU) y la pérdida de su puesto en la Comisión de Interior del Parlamento Federal (Bundestag). Peor suerte ha corrido el general de brigada Guenzel. Este militar estaba al mando del Comando de Fuerzas Especiales (KSK), la unidad especial más aguerrida del ejército alemán, 450 rambos, soldados profesionales y de contrato, de esos que hacen espectaculares descensos de helicópteros y meten miedo sólo con verlos. Los SKK intervinieron en operaciones en Kosovo, Macedonia y Afganistán.
El general que los mandaba, Guenzel, ni corto ni perezoso, envió una carta a Hohmann en la que califica de “extraordinario discurso” la intervención antisemita del diputado el 3 de octubre. Tras agradecerle el discurso y alabarlo, Guenzel menciona “el valor para decir la verdad y una claridad que en nuestro país pocas veces se escucha o se lee”. El general quita importancia a que la opinión publicada coloque a Hohmann en la ultraderecha: “Usted puede estar seguro de que con esas ideas reproduce de forma clara lo que siente en el alma la mayoría de nuestro pueblo”. El general concluye la misiva con unas palabras de ánimo: “Confío en que los reproches, procedentes sobre todo de la izquierda, no lo confundan y usted mantenga el rumbo con valor”.
Semejantes expresiones resultan intolerables en Alemania. Struck no tuvo más alternativa que destituir al general Guenzel y solicitar su pase a retiro, justificando la decisión porque “la relación de confianza con el general había quedado deteriorada por completo”.
Declaró el ministro: “Sus manifestaciones en una carta a Hohmann resultan insoportables y no reflejan la opinión del ejército alemán, ni de las Fuerzas Especiales. Con efecto inmediato solicito al presidente federal su pase a retiro (del general Guenzel) y creo que el grupo parlamentario de la CDU tendría también que expulsar al diputado Hohmann”.
La CDU, la dirección del partido y los jefes del grupo parlamentario se han limitado a condenar de forma verbal a su colega. Un amplio reportaje realizado por la edición digital del semanario Der Spiegel en Neuhof, el pueblo donde Hohmann pronunció su discurso antisemita y del que fue alcalde, explican la tibieza de la CDU. En Neuhof Hohmann es un personaje muy popular, recoge dos tercios de los votos y sus vecinos piensan en su gran mayoría que tiene razón. “Los judíos son los más ricos” y “los aliados mataron más judíos que nosotros y nadie lo dice”, son algunas de las frases recogidas en Neuhof.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.