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Un aparente “golpe de protesta” fracasó hoy sábado en Filipinas. El coronel retirado de la Fuerza Aérea de Filipinas Pánfilo Villaruel y el teniente de Navío Ricardo Gatchalian, quienes tomaron esta madrugada la torre de control del aeropuerto internacional Ninoy Aquino de Manila, fueron abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad, según fuentes oficiales.
En torno de las 3.30 hora local del sábado (19.30 GMT del viernes) se escuchó una fuerte explosión en esa zona del aeropuerto, a la que siguió un largo tiroteo que se saldó con la muerte de los dos militares amotinados, que fueron los únicos participantes en la toma de la torre. Estos habían entrado alrededor de la medianoche en las instalaciones del aeropuerto y, tras tomar a varios trabajadores como rehenes, tomaron el control de la torre. Antes de que Villaruel fuera alcanzado por las balas de las fuerzas de seguridad había dicho en una entrevista telefónica con la emisora de radio DzBB que su acción no estaba encaminada a derrocar al gobierno, sino a llamar la atención sobre la corrupción que impera en las instituciones. “Quiero que este país despierte”, fue la frase que utilizó el coronel retirado en declaraciones a la radio. La policía lo impidió.