EL MUNDO
Golpe de la ONU al muro de Sharon
El gobierno israelí está construyendo una valla de separación con Cisjordania. Pero los palestinos protestan, y la ONU produjo ayer un informe durísimo.
Por Justin Huggler *
Desde Jerusalén
La “valla de separación” que Israel está construyendo en Cisjordania tendrá “severas consecuencias humanitarias” para casi tres cuartos de millón de palestinos, según advirtió ayer un informe de Naciones Unidas que la condena. Más de 274 mil palestinos quedarán varados fuera del muro porque Israel se opone a construirlo a lo largo de lo que internacionalmente se conoce como “línea verde”. Miles se verán forzados a pedirle autorización a la fuerza militar israelí para volver a sus hogares.
Pero los efectos podrían ser aún peores, anticipó el documento. Otros 400.000 palestinos serán privados, por la valla, de sus tierras, trabajos, universidades y escuelas. “Eso significa que aproximadamente 680.000 –30 por ciento de la población palestina en Cisjordania– se verán directamente perjudicados por el muro. La “valla” –que en realidad es una serie de paredes de cemento y dobles cercados equipados con sensores electrónicos– ha provocado una condena internacional. Los palestinos la llaman “el muro de Berlín de Israel”. Incluso Estados Unidos, el principal aliado israelí, dice que no está feliz con esa ruta.
Israel arguye que el propósito de la barrera es impedir el cruce a su territorio de extremistas que puedan llevar adelante atentados suicidas y de otros tipos. Pero, a pesar de la presión internacional, el gobierno de Ariel Sharon se opone a construirlo a lo largo de la línea verde que divide a Israel de Cisjordania. Sólo el 11 por ciento de la ruta corre por esa división, de acuerdo al informe difundido ayer. El resultado es que 210 mil acres, o el 14,5 por ciento de Cisjordania excluyendo Jerusalén este, serán reducidos por el muro del resto de Cisjordania.
Observadores internacionales –incluyendo a Condoleezza Rice, la asesora de seguridad nacional de George W. Bush– dijeron que parece un intento de crear una frontera de facto. Los palestinos han advertido que la valla podría representar la muerte de la solución de dos estados que propugna el presidente Bush.
Israel dice que la valla no tiene la pretensión de ser una línea divisoria y que se trata de una medida temporaria. Sin embargo, el informe de la ONU describe que “es irreversible el daño causado por la destrucción de la tierra y la propiedad a causa de la construcción del muro”. El texto ilustra cómo los palestinos ahora deberán pasar por los puestos de control en la valla para acceder a sus viviendas, oficinas, escuelas y hospitales. En 12 lugares habrá enclaves alrededor de la barrera. Los palestinos que vivan allí estarán rodeados de material de cemento.
El gabinete israelí aprobó recientemente una ruta para la valla que ingresará 22 kilómetros dentro de Cisjordania para que el asentamiento judío Ariel permanezca en el lado “israelí”. La resultante de iniciativas como esa es que 142 mil colonos judíos que residen en Cisjordania en contravención con la ley internacional y 274 mil palestinos terminarán en un área entre la valla y la “línea verde”. Pero mientras que a los colonos se les permitirá cruzar libremente a Israel, los palestinos no podrán, sino que estarán confinados a lo que Israel decida como “zona cerrada”.
El informe describe cómo a algunos de los 13.545 palestinos residentes en la “zona cerrada” al lado de una completa sección del muro la fuerza militar israelí les ha advertido que deben pedir autorización especial para regresar a sus hogares. Los permisos son válidos durante seis meses. “Esos permisos les dan derecho a los palestinos a vivir en sus casas como un privilegio”, dice el texto.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Mercedes López San Miguel.