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El comediante Jimmy Morales, del derechista Frente de Convergencia Nacional (FGN), resultó ganador de las elecciones en Guatemala. La ex primera dama Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) desplazaba al tercer lugar al empresario Manuel Baldizón, del derechista partido Líder (Libertad Democrática Renovada). Sin embargo, la estrecha diferencia entre ambos no arrojaba con certeza quién será el contrincante de Morales en el ballotage del 25 de octubre..

Según información del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 97,71 por ciento de las mesas escrutadas, Torres sumaba 947.606 votos, un 19,62 de los votos, y Baldizón reunía 945.286, un 19,57 por ciento. Morales, en tanto, recogía 1.156.721 votos, un 23,95 por ciento, dato que confirmó lo anticipado en las encuestas, que lo daban ganador después de un vertiginoso ascenso en las últimas semanas. Morales dijo que de ganar la presidencia estaría dispuesto a reformar el sistema político electoral y llamar a una Asamblea Nacional Constituyente para realizar cambios, dado el desprestigio del Legislativo para ser el cuerpo encargado de efectuarlos. El cómico de televisión y economista propuso una Constituyente al llegar al centro de cómputos del TSE, donde afirmó que considera que llegó al triunfo debido a la coyuntura en la que las mayorías populares se muestran hartas de la corrupción que campea en los partidos tradicionales y en el gobierno. “Algunos podrían decir que es casualidad, otros que es providencial, pero fue porque Dios nos ayudó y nos bendijo”, dijo el candidato presidencial de FCN.

Sostuvo que Guatemala ya despertó y agregó que le resultaba indiferente competir contra Torres o Baldizón: “Cualquiera de los dos, creo que sería lo mismo, porque están acostumbrados a las campañas negras, son lo mismo”.

Más allá de sus concepciones conservadoras, Morales es un hombre lejano a esa partidocracia y su triunfo puede interpretarse como un voto castigo a los partidos tradicionales. La semana pasada, el presidente Otto Pérez Molina renunció y cayó preso por un caso de corrupción.