El canciller brasileño, Mauro Vieira, recibió a su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, quien le pidió el apoyo de su país para superar el estado de emergencia en que se encuentra la economía de Venezuela. En una declaración ante periodistas en el hall de Itamaraty en la que no se permitieron preguntas, ambos ministros explicaron que acordaron discutir varios acuerdos para facilitar una retomada del comercio bilateral, que tras alcanzar hace unos años valores cercanos a 5000 millones de dólares anuales, cayó a 3,7 millones de dólares en 2015.

Vieira aseguró que tras la caída del flujo comercial, Brasil está dispuesto a estudiar fórmulas para reanimarlo. Rodríguez explicó que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reconoció que la economía de su país está en una situación delicada, que planea enfrentar con el apoyo del resto de los países de América Latina. “Debemos afrontar, desde lo bilateral con Brasil y como región, la actual coyuntura internacional”, declaró Rodríguez, quien llegó a Brasilia acompañada por el ministro de Economía venezolano, Luis Salas.

Según Rodríguez, con diversas medidas que tiene en preparación el presidente Maduro, que serán anunciadas “en los próximos días”, y el apoyo de los países latinoamericanos, en un mediano plazo será posible que la economía venezolana levante vuelo. Se prevé que esas medidas incluirán una mayor apertura en las áreas de petroquímica y extracción de oro, en las que Venezuela estaría dispuesta a dar mayor participación a los capitales extranjeros.

Rodríguez también planteó el interés de Caracas en nuevas adquisiciones de alimentos y productos farmacéuticos para capear la escasez que sufre el país en esos sectores, atribuida por el presidente venezolano a la llamada “guerra económica” que libra parte del empresariado y la oposición contra el gobierno. Según fuentes oficiales, Brasilia se comprometió a negociar con empresas en esas áreas, a fin de que el pedido venezolano pueda ser atendido en el más breve plazo posible. Un primer paso al respecto fue dado por el ministro Salas, quien se reunió en privado con directivos de un laboratorio brasileño para conversar sobre una posible adquisición de medicamentos.

En lo político, Vieira indicó que reiteró a Rodríguez la plena disposición de Brasil a contribuir con el diálogo político entre el gobierno venezolano y la oposición, tal como hizo en los últimos años junto a Ecuador y Colombia, en una comisión creada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). De hecho, la visita de la delegación venezolana a la capital brasileña puede ser interpretada como una suerte de distensión o acercamiento entre ambos gobiernos. Esta distensión en las relaciones llegó luego de que Vieira, quien forma parte del “ala derechista” del gabinete de la mandataria Dilma Rousseff, se haya reunido en mayo del año pasado con funcionarios del gobierno venezolano para instarlos a que fijen la fecha de una elección parlamentaria lo antes posible. En esa ocasión, había dicho que Brasil estaba interesado en la celebración de comicios en Venezuela, lo que no fue visto con buenos ojos en el Palacio de Miraflores. Sin embargo, con la visita de Rodríguez a Brasilia, parece que las relaciones bilaterales están en camino a recomponerse por completo.