Jueves, 25 de febrero de 2016 | Hoy
EL MUNDO › EVO MORALES RECONOCIó LA DERROTA EN EL PLEBISCITO REELECCIONISTA, PERO REAFIRMó EL RUMBO DE SU GOBIERNO
De acuerdo con el conteo del Tribunal Supremo Electoral con el 99,82 por ciento de las actas verificadas, el No se imponía con el 51,29 por ciento de los votos. Mientras el Sí quedaba en 48,71. “Respetamos los resultados,” dijo Evo Morales.
Por Sebastián Ochoa
Página/12 En Bolivia
Desde La Paz
Conocidos los resultados finales, que le dieron el triunfo del No a la modificación de la Constitución para permitirle un mandato más a Evo Morales entre 2020 y 2025, el presidente boliviano aseguró que respetará el resultado de la votación. “No es que estamos derrotados, ésta fue una pequeña batalla por la modificación de la constitución. Con los movimientos sociales, que son el pueblo, vamos a continuar con la batalla. Mientras existan capitalismo e imperialismo, la lucha sigue y ahora con más fuerza”, aseguró. De acuerdo con el conteo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el 99,82 por ciento de las actas verificadas, el No se imponía con el 51,29 por ciento de los votos, mientras el Sí quedaba en 48,71.
“Terminó el referendo, tenemos los resultados del referendo. Quiero decirles, como ya dijimos, que respetamos los resultados. Es parte de la democracia. Pero si el Sí remontaba, con seguridad la derecha nos hubiera acusado de fraude”, comentó Morales.
Desde el domingo a la noche, la oposición empezó a festejar con los resultados a boca de urna otorgados por dos empresas consultoras. Conforme el conteo oficial avanzaba y las opciones de Sí y No se acercaban, representantes de partidos de derecha se incomodaron y empezaron a cuestionar el desempeño del TSE. Con el escrutinio prácticamente concluido, se permitieron felicitar a los mismos funcionarios electorales que el día anterior habían acusado de parcializarse por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
El presidente destacó el “voto duro” del 50 por ciento de la población en apoyo a su gobierno luego de 10 años de mandato. “Yo en algún momento pensé que el voto duro del MAS era del 35, 40 por ciento. Ahora vemos que el voto duroduro llega al 50 por ciento para esta revolución pacífica, democrática y cultural”, dijo en conferencia de prensa. “Una batalla, pequeña batalla por la modificación parcial de la Constitución hemos perdido. ¿Acaso con eso hemos perdido a Evo? ¿Acaso Evo está enterrado? Logramos el 50 por ciento de apoyo con semejante campaña sucia”, dijo Morales en Palacio de Gobierno.
“No porque haya ganado el No se ha acabado con la vida del Evo. No porque el No ganó con el dos por ciento se va a acabar la lucha. No porque hayamos perdido esta batalla se ha caído el proceso. No está en debate el programa (de gobierno), aunque hubiese sido interesante que la derecha presentara su programa”, comentó.
A su turno, el vicepresidente Alvaro García Linera también desdramatizó los resultados del referéndum. “Nos hemos doblado el tobillo, nos hemos detenido un poco. Vamos a recuperar fuerza, vamos a tomar cañahua y vamos a seguir para otras victorias. La vida es así: remontar la derrota, superar las dificultades”.
Según los conteos oficiales (que aún no finalizaron) la opción del No se impuso al Sí por poco más de cien mil votos, sobre un padrón electoral de aproximadamente 6.500.000 personas. “Faltaba un poquito más de fuerza. Hemos reconocido (el triunfo del Sí), pero también hemos dicho que hemos perdido una batalla, pero no la guerra. Habrá otras batallas para ganar. El proceso de cambio es una revolución”, afirmó Morales.
De aquí en adelante, el MAS se abrirá a un debate interno para analizar las causas del No, también para evaluar quién del partido podría continuar a la presidencia de Morales en 2020. Consultado sobre este punto, el líder aymara advirtió que aún es muy pronto. Y aseguró que las organizaciones sociales se encargarán de elegir a su posible sucesor.
“No sabemos quién va a ser nuestro candidato. A Evo la derecha le tiene miedo. La derecha racista, los nietos de los patrones otra vez quieren regresar, botar fuera a los indígenas y ellos gobernar”, comentó García Linera.
Los principales líderes de la derecha tradicional son Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, fuertemente asociados a los gobiernos neoliberales que se dedicaron a desguazar el Estado boliviano en las décadas del 80 y el 90. Como en una remake de Los Muertos Vivos, ayer aparecieron para convocar a la “unidad” a los diversos sectores opositores. Alguno hasta se atrevió a sugerir que se convoque a un referéndum revocatorio para sacarlo a Morales del gobierno antes de 2020.
Algunos derechistas modelo 2016 ya adelantaron que tampoco permitirán que estos cultores de la vieja política vuelvan a colgarse del poder. Norma Piérola, diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ya le mordió la mano al jefe de este partido y ex presidente interino, Jorge Quiroga. “No creo que él pueda ser candidato. Y espero que él también se dé cuenta de que no puede ser. Pedimos que se dé lugar a las nuevas personas que podemos surgir en estos cuatro años”, adelantó.
Morales indicó que en los cuatro años siguientes se enfocará en aplicar la Agenda Patriótica hasta 2025. Este es un plan de desarrollo muy ambicioso, que propone de aquí a nueve años cambiar la fisonomía del país con una serie de megaobras y de incentivo a las actividades económicas. “Vamos a continuar con la Agenda Patriótica, que será cumplida con este proceso, especialmente con el pueblo unido y organizado. La lucha no termina acá”, sostuvo el presidente.
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