EL MUNDO › BUSH DIJO SIN QUE BUSCARA CON LOS IRAQUIES LA FORMA DE JUZGARLO
¿Qué va a hacer W. con Saddam?
Mientras el mundo debatía sobre el futuro juzgamiento de Saddam Hussein y Washington advertía que será respetando “las normas internacionales”, dos ataques con coche bomba en Irak ponían de manifiesto que la captura del ex líder iraquí no mengua la resistencia en Irak.
Desde Washington *
Apenas 24 horas después de dirigir con toda solemnidad un mensaje a la nación para valorar “la crucial” captura de Saddam Hussein, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió a comparecer, pero esta vez ante la prensa para responder a algunos de los interrogantes que abre la caída del ex dictador iraquí. Sobre el destino de éste, adelantó que buscará en estrecha colaboración con el pueblo iraquí la forma de juzgarlo de forma justa y dentro del respeto absoluto a las normas internacionales.
“Serán los ciudadanos de Irak los que decidan la suerte de Saddam”, señaló el líder estadounidense, que no quiso dejar lugar a sospechas sobre la limpieza de este proceso: “Debe ser público y justo”, y en cualquier caso caerá bajo “el escrutinio (de la comunidad) internacional”. Bush comenzó su intervención contando de nuevo las mejoras que el cambio de régimen ha supuesto para el pueblo iraquí, “que ahora puede concentrarse ya en crear una nación que se autogobierne”. Pero enseguida quiso capitalizar la captura de Saddam de cara a las elecciones de noviembre próximo, calificándola como “el hito perfecto para cerrar un 2003 en el que Estados Unidos es una nación más segura y próspera”.
Sin embargo, la intervención de los periodistas volvió a centrar la cuestión en Irak, un país “que está en la senda de la libertad”, según Bush, lo que aumentará en su opinión “la libertad y seguridad de Estados Unidos y de todo el mundo”. Sin embargo, ha advertido como ya hizo ayer que “los terroristas siguen siendo peligrosos”, y que las fuerzas ocupantes aún tienen por delante un trabajo difícil y sacrificado.
La primera pregunta de la rueda de prensa fue clara: “¿Qué va a hacer Estados Unidos con Saddam Hussein?”. Por ahora ya está detenido, y ahora Bush quiere “colaborar mano a mano con los iraquíes para llevarlo ante la Justicia dentro del respeto absoluto a las normas internacionales”. Los iraquíes deben estar involucrados en este proceso porque han sido las víctimas de sus fechorías, según Bush, pero, para evitar que el proceso pueda no ser justo precisamente por este motivo, ha destacado que contará con supervisión internacional. El líder estadounidense mencionó el camino posible para ello: el tribunal creado hace unos días (10 de diciembre) por el Consejo de Gobierno –el Ejecutivo provisional, bajo tutela de Washington– para enjuiciar los crímenes cometidos durante el régimen del ex presidente iraquí.
Solventada esa cuestión, Bush buscó dejar claro que sus tropas seguirán en Irak “hasta que hayan cumplido su cometido”, un mensaje que sobre todo quiere que le quede claro al pueblo iraquí y a los que “traten de asesinar para que salgamos huyendo”. Con respecto al número de soldados destacados allí, es una decisión que “un presidente en tiempos de guerra” debe dejar en manos de los militares. Preguntado sobre la colaboración nacional, Bush ha destacado que ya hay más de 60 países involucrados en la tarea, pero sigue “buscando la ayuda de otros, ya sea con soldados, contratos o préstamos, puesto que un Irak libre es beneficioso para sus intereses nacionales al hacer que el mundo entero sea más pacífico”.
En este sentido lanzó un mensaje directo a Francia y Alemania, países que se opusieron a la guerra en Irak: “Nos hemos acercado mutuamente, nos interesa trabajar juntos, una Europa unida le interesa a EE.UU., y estoy ansioso por trabajar con ellos en algunos asuntos”. ¿Qué asuntos? “Afganistán, la guerra contra el terrorismo... pero no Irak. Discrepamos sobre la amenaza que suponía Saddam Hussein para el mundo”, ha señalado Bush, que no cree que estos dos países compartan su política de defensa preventiva; pero aun así ha marcado el camino a seguir en este acercamiento, que pasa por “aliviar la deuda iraquí”, una condición que ya había puesto hace unos días para que las dos naciones europeas puedan acceder a la feria de contratos de la reconstrucción.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.