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El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a Estados Unidos y Rusia que trabajen más estrechamente para que se mantenga el alto el fuego en Siria. Ban instó además a las partes a que se vuelvan a comprometer inmediatamente con la tregua y a proteger a los civiles. “El secretario general está profundamente preocupado por la peligrosa escalada de los combates en y alrededor de Alepo y el sufrimiento intolerable, reflejado en cada vez más muertes y destrucción que está causando entre los civiles”, dijo la portavoz Stephane Dujarric. “El colapso del cese de las hostilidades sólo traerá más violencia además de debilitar los esfuerzos para hallar una solución negociada a esta guerra brutal”, agregó la vocera.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo de Rusia, Serguei Lavrov, convocaron a los sectores involucrados en el conflicto en Siria a respetar el cese del fuego, que entró en vigor a fines de febrero en el país árabe. Kerry llamó por teléfono a Lavrov para acercar sus posiciones antes de la proyectada reanudación, a mediados de mayo, de las conversaciones de paz en Ginebra. El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, finalizó la semana pasada la última ronda de negociaciones en Suiza, después de que los delegados de la oposición interrumpieran su participación en protesta por el aumento de la violencia y el bloqueo del régimen a la ayuda humanitaria.

En este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU votará hoy una resolución para exigir que en las guerras se respete siempre a los centros y profesionales médicos, en respuesta a los numerosos ataques contra este tipo de objetivos registrados en los últimos meses. Según el borrador, el máximo órgano de decisión de la ONU recordará a todas las partes en los conflictos armados las normas internacionales en vigor y demandará su cumplimiento. El texto es impulsado por cinco miembros no permanentes del Consejo de Seguridad (España, Nueva Zelanda, Uruguay, Japón y Egipto) y busca principalmente llamar la atención sobre el problema, sin introducir nuevas obligaciones.

Al menos 244 civiles murieron en Alepo desde el 22 de abril, según datos difundidos por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en el marco de un enfrentamiento entre los rebeldes y las fuerzas del régimen por la ciudad del norte de Siria.