EL MUNDO › LOS ESPAÑOLES VAN A LAS URNAS GOLPEADOS POR EL BREXIT Y LAS FILTRACIONES DE UN MINISTRO DE RAJOY

Cierre de campaña con sorpresas

La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tiñó los actos finales de una campaña polarizada entre Unidos Podemos y el Partido Popular. Los conservadores, los socialistas y Ciudadanos usaron el referéndum como arma contra Iglesias.

Desde Barcelona

Los cierres de campaña se centraron en las razones de los británicos para abandonar la UE.
Imagen: EFE.

Así como fallaron todos los pronósticos acerca del referéndum en Gran Bretaña, así fallaron también todos los que preveían una campaña electoral insulsa, sin nada que la diferenciara mucho de la que hace seis meses ya llevó a España a las urnas. Este viernes concluyeron los quince días de carrera para convencer a los indecisos ante las elecciones presidenciales del domingo y dos golpes inesperados dieron un giro de 180 grados a los discursos de los candidatos: la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y las filtraciones que vinculan al ministro del Interior de Rajoy con una conspiración en contra de los partidos soberanistas de Cataluña.

Madrid fue la ciudad elegida por los cuatro candidatos principales para el cierre de campaña y el Brexit el título de sus intervenciones. Desde el mismo minuto en que los resultados de la consulta británica se hicieron públicos, Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias reaccionaron en consonancia con sus propósitos electorales y el Brexit pasó a ser parte de la campaña.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, tras conocerse la noticia hizo una declaración institucional en La Moncloa para “tranquilizar” a los españoles que residen en el Reino Unido –un alto porcentaje de la población, sobre todo a partir de la crisis económica– y dar un mensaje “de serenidad y calma” a los mercados. “España tiene ahora una economía con sólidos fundamentos y un sistema financiero saneado que nos permitirá soportar las turbulencias financieras que pudieran producirse”, remarcó en clara clave electoralista.

El candidato del Partido Popular (PP) tampoco dudó en aprovechar el espacio de su declaración institucional para recordarle a la gente que este domingo tiene “una importantísima cita con las urnas” y que “hace unos años, una contingencia como ésta podría haber precipitado a España a la quiebra, pero ahora, con los datos de crecimiento y creación de empleo, no existen riesgos para la economía española”. “Cualquiera sea el resultado (de las elecciones), creo que representaré el sentir de la inmensa mayoría de los españoles defendiendo el compromiso de España con el proceso de integración europea, la importancia de la estabilidad de la Zona Euro y la continuación del proceso de reforma de nuestra unión económica y monetaria”, insistió en el marco de su discurso como presidente en funciones.

El Brexit le vino como anillo al dedo al PP para reforzar el lema que guió toda su campaña –”la estabilidad y la moderación” frente a “la radicalidad y los populismos”– y también para desviar la atención del escándalo que en la recta final explotó en el seno de su partido. El pasado martes el diario Público.es dio a conocer unas grabaciones en las que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, conspiraba con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso Laso, para obtener datos con los que desacreditar a los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana y Convergència (CDC) e incluso acusarlos de prevaricación. La filtración provocó una gran ola de reacciones –la mayoría de los partidos exigieron la dimisión del ministro– pero Mariano Rajoy no quiso responder a ninguna y atribuyó la difusión de las conversaciones a una maniobra electoral con el fin de manchar su imagen en la recta final de la campaña y distorsionar el voto en las elecciones. El líder del PP se mostró convencido de que la grabación, realizada supuestamente en el propio despacho de Fernández Díaz, “no va a producir ningún efecto” e insistió este viernes que “no deja de ser una broma” que el encuentro haya sido interpretado como una “conspiración contra el independentismo catalán”.

El tsunami provocado por la salida de Gran Bretaña de la UE también fue utilizado por Rajoy como golpe final de campaña hacia su principal adversario, Pablo Iglesias. “Los referendos, a la hora de convocarlos, hay que pensárselos –dijo el candidato conservador en directa alusión a Unidos Podemos, que se postulan a favor de una consulta por la independencia de Cataluña– porque generan divisiones en la sociedad.”

Mariano Rajoy no fue el único en aprovechar el Brexit como arma contra la coalición entre Podemos e Izquierda Unida (IU). El candidato socialista, Pedro Sánchez, también planteó un paralelismo entre la celebración del referéndum en Reino Unido con el que Unidos Podemos defiende para Cataluña y en una entrevista en la radio Cadena Ser defendió que se debe “votar un acuerdo, no rupturas”. En ese sentido, pidió a los ciudadanos que apuesten este domingo por quienes plantean “soluciones” como, a su juicio, es la reforma de la Constitución que proponen los socialistas y que no le crean a Pablo Iglesias porque asegura que “miente” cuando dice que el referéndum en Cataluña no será una línea roja para formar gobierno.

Tampoco el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, dejó pasar la noticia del Brexit para arremeter contra Unidos Podemos y contra el PP, preocupado –tal como manifestó en una entrevista radial este viernes– porque “en España ganen también el miedo y el inmovilismo, porque no cambiar nada da alas al populismo”. Tras destacar que Europa tiene dos males que combatir, el populismo y el nacionalismo, Rivera criticó que en las elecciones españolas los “populares” hayan pretendido polarizar la campaña entre ellos y Podemos, tal como efectivamente terminó sucediendo en estos quince días previos a las urnas.

En respuesta a “la campaña del miedo” que PP, PSOE y Ciudadanos lanzaron contra Unidos Podemos, Pablo Iglesias destacó en una entrevista en el canal Antena 3 que su formación fue la única en hacer campaña por la permanencia del Reino Unido y confió en que el referéndum –un tema marginal hasta ayer en la campaña– no influyera en las elecciones del próximo domingo. “Es el momento de tener la altura política suficiente para no mezclar cuestiones serias de políticas exterior y cuestiones que afectan a nuestra democracia”, pidió el dirigente, a la vez que aseguraba que su aliado electoral, Alberto Garzón, líder de IU, comparte su opinión. “El referéndum del Brexit no es el problema, sino el síntoma de una UE para los mercaderes y construida contra los pueblos. El verdadero problema es el avance de la política el odio al diferente, de la extrema derecha, en toda Europa”, afirmó Garzón en Twitter poco antes del acto final de una campaña que –a último momento– se escribió más en clave global que nacional.

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