Martes, 28 de junio de 2016 | Hoy
EL MUNDO › UNIDOS PODEMOS NO LOGRó CONVERTIRSE EN LA SEGUNDA FUERZA DE ESPAñA
La coalición entre Podemos e Izquierda Unida mantuvo su número de diputados, pero perdió más de un millón de votos con respecto a diciembre. No consiguió el esperado sorpasso a los socialistas.
Por Flor Ragucci
“Aguantad un poquito más, aguantad que vamos a gobernar, que somos la fuerza del futuro. Somos la fuerza que culturalmente marca el destino de España, construimos la España nueva que ya viene”. Así intentaba Íñigo Errejón el domingo por la noche animar a los miles de simpatizantes de Podemos que, congregados en la plaza del Museo Reina Sofía de Madrid, le ponían el hombro a unos resultados decepcionantes.
“No pasa nada. No pasa nada”, gritaba la plaza llena, intentando consolar a un Pablo Iglesias visiblemente frustrado al no haber consolidado el sorpasso al Partido Socialista (PSOE) que todas las encuestas anunciaban. ¿Qué falló? ¿Qué hizo que Podemos perdiera más de un millón de votantes y que la unión con Izquierda Unida (IU) no sumara ni un solo escaño? Estas son las preguntas con las que amaneció España este lunes de resaca electoral y, por supuesto, a las que le están dando cientos de vueltas los miembros de la coalición.
En su comparecencia ante los medios tras la reunión que la Ejecutiva del partido tuvo después de las elecciones para analizar los resultados, el secretario de Organización, Pablo Echenique, admitió que el Consejo de Coordinación no fue capaz de consensuar una explicación a la pérdida de un millón de votos entre diciembre y el domingo. “Nadie sabe por qué el resultado no ha sido el esperado. Nosotros tampoco. Todas las encuestas y la totalidad de los analistas políticos se han equivocado y han predicho algo que no ha ocurrido”, reconoció Echenique.
Para echar luz sobre el batacazo de estas últimas urnas, la dirección de Podemos encargó un análisis “científico” que permita encontrar los motivos del desfase entre los resultados y las previsiones propias y ajenas. “Hemos decidido analizar demográficamente el resultado y en base a eso hacer un análisis riguroso y no hacer opiniones”, señaló Echenique. Lo que sí pudieron defender con seguridad tanto el secretario de Organización como Pablo Iglesias y el líder de IU, Alberto Garzón, es la pervivencia de la alianza de izquierda pese a no haberse alcanzado las expectativas que generaron.
“El espacio de cambio que representa Unidos Podemos se ha consolidado. Esos cinco millones de votos no van a ir a ninguna parte. Por una mera cuestión demográfica creemos que el espacio irá creciendo”, expresó Echenique ayer. Del mismo modo, Alberto Garzón, quiso despejar dudas acerca de su apoyo a la confluencia y remarcó en rueda de prensa- después de que también su partido se reuniera para sopesar lo ocurrido el domingo- que esa alianza política fue “una decisión acertada”.
La creación de Unidos Podemos, que este 26 de junio cosechó 71 escaños con una pérdida de más de un millón de votos, “en términos políticos ha sido una gran idea”, aseguró Garzón, aunque sin dejar de reconocer que “no ha sido suficiente ya que se hizo para ganar un país y eso no se ha logrado”.
El secretario general de Izquierda Unida sigue apostando por la confluencia como una alternativa a las políticas neoliberales del Partido Popular (PP) y cree que hay que desarrollarla más allá del momento electoral. Garzón considera que este proceso debe realizarse sobre la base de “la participación y la movilización desde abajo”, una premisa que a lo largo de estos seis meses de negociaciones parece haberse descuidado.
En opinión de Juan Carlos Monedero, ex miembro de Podemos y uno de sus fundadores, el partido sufrió los seis meses de debates estériles en el Congreso y perdió la frescura que le catapultó en dos años a pugnar con el PSOE por la hegemonía de la izquierda española. “Podemos se ha mimetizado. En la tediosa discusión parlamentaria para formar gobierno, en el tedioso debate a cuatro, en la estricta presencia parlamentaria, en la falta de originalidad en la organización interna. No se trata de ser izquierdistas sino de ser originales”, señaló el politólogo ayer en su blog.
Por otro lado, apunta Monedero que otra posible causa de la pérdida de votos de Podemos sea el no haberse atrevido al enfrentamiento con el que era su rival natural por miedo al día después de las elecciones, el PSOE. “Ciudadanos criticaba solo a Rajoy porque si criticaba al PP pensaba que no le iban a votar. Y ahí está el resultado. Podemos hacía lo mismo con el PSOE, evitando criticar al partido para ganar a sus votantes, limitándose a criticar a la dirigencia. Dando a veces la sensación de que lo que realmente querría es ocupar el lugar del PSOE, sin entender que el PSOE forma parte de un mundo que pertenece ya al pasado”, argumenta Monedero.
Con todo, también el ex compañero de Iglesias mantiene su apoyo a la confluencia de izquierdas y entiende que es el camino correcto para desbancar a la derecha del poder. “De no haberse presentado juntos el resultado hubiera sido aún peor”, apunta Monedero y destaca que “el problema no está en la confluencia, sino en entender qué ha fallado para que votantes que apoyaron a estos partidos hayan decidido no hacerlo en estas elecciones”.
Esa es la tarea que desde hoy le toca a la izquierda española. La autocrítica flota en el ambiente pero todavía sin que nadie se atreva- excepto Monedero, que se caracteriza por no morderse la lengua- a solidificarla en palabras. Los miembros de Unidos Podemos sostienen que aún es pronto y que con más información electoral y sociológica podrán acercarse a conclusiones más claras. Mientras tanto, hay algo que sí pronuncian en voz alta, la tristeza que les produjo que el bipartidismo siga siendo la opción preferida por los españoles y la derecha vuelva a tener el camino allanado para gobernar.
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