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El conservador Mariano Rajoy inicia esta semana los contactos para formar gobierno en España y poner fin al bloqueo en el que se encuentra el país desde hace medio año. Lo hará con la pequeña formación Coalición Canaria, mientras que su primera opción, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), mantiene su férrea negativa a darle su apoyo.

El resultado de los comicios del 26 de junio sigue sin garantizar la gobernabilidad en el país. El líder del Partido Popular (PP), ganador de las elecciones, necesita urgentemente llegar a acuerdos, ya que los 137 escaños que obtuvo quedan lejos de la mayoría absoluta (176) y no son suficientes para que sea investido para un segundo mandato.

El PSOE, por su parte, afronta una semana clave con la reunión el sábado de su Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos y que debe definir su postura en el escenario planteado tras los comicios. Si bien el partido consiguió evitar que la nueva formación de izquierda, Podemos, le arrebatara el segundo puesto, obtuvo el peor resultado de su historia con 85 escaños.

El “no” del PSOE es rotundo y repite que no sólo no formará gobierno con Rajoy, sino que votará en contra de su investidura. Sin embargo, es ahí donde las opiniones admiten más matices.

Mientras Sánchez guarda silencio desde la noche electoral, la línea común es que al Partido Popular es al que le corresponde gobernar y debe buscar ayuda en formaciones nacionalistas y de centroderecha.

Hasta ahora sólo un líder socialista, el extremeño Guillermo Fernández Vara, ha defendido abiertamente que si el PP no logra el apoyo suficiente, el PSOE debería prestarle algunos diputados para abstenerse y que así Rajoy sea reelegido.

No obstante, algunas voces socialistas llaman a estudiar todas las vías para acabar con el bloqueo. El diario El Mundo afirma este domingo que el PSOE analiza la idea de “ceder diputados”. “Todos los socialistas consultados por este diario coinciden en que bajo ningún concepto los órganos de dirección pueden decidir que el PSOE se abstenga, porque eso sería la muerte del partido”, escribió el rotativo.

Sin embargo, algunos contemplan la hipótesis de que “Rajoy se presente ante la Cámara con un acuerdo con Ciudadanos, Coalición Canaria y eventualmente el Partido Nacionalista Vasco (PNV)”, de forma que únicamente necesite la abstención de algunos diputados socialistas.

“El coste será grandísimo”, advirtieron, haciendo referencia al riesgo de dejar la oposición en manos de Podemos, liderado por Pablo Iglesias y tercero en los comicios.

El PSOE sólo tiene tiempo hasta la reunión del máximo órgano del partido para decidir si facilita o no la reelección a Rajoy y para aclarar si, en caso de que el PP no logre el apoyo necesario, autoriza a Sánchez a volver a intentar su investidura, con un pacto con Ciudadanos y Podemos, hasta ahora vetado.

Sánchez va a entrevistarse esta semana con los dirigentes autonómicos para llegar a esa cita con una postura consensuada. Lo que se decida ahí determinará si acepta o no sentarse con Rajoy.

El presidente en funciones inaugura la ronda de contactos el martes con Coalición Canaria. Luego habrá otras conversaciones en las que Rajoy no excluirá ni a nacionalistas ni a independentistas, según se adelantó.

El 19 de julio deben constituirse las Cortes. Hasta esa fecha y en medio de unas negociaciones que se prevén difíciles, la elección del nuevo presidente del Congreso se presenta como el primer desafío.