Juan Carlos Arreygue, alcalde del municipio de Alvaro Obregón, en Michoacán, fue detenido por las autoridades mexicanas, que lo acusan de haber ordenado a cuatro policías, por una presunta venganza, que asesinaran a diez hombres cuyos cuerpos aparecieron quemados y con un tiro en la cabeza. Los cadáveres calcinados fueron encontrados el sábado dentro de una camioneta, en un camino rural de San Juan de Tararameo, en el estado michoacano. El fiscal del Estado, José Martín Godoy Castro, informó que el alcalde fue señalado por familiares de las víctimas como quien ordenó al subdirector de la Policía Municipal y a tres agentes la detención de los hombres.

En el marco de la investigación, las autoridades detuvieron a los policías señalados como responsables de practicar las detenciones, que descargaron la responsabilidad del operativo en el alcalde, a quien sindicaron como el encargado de ordenar el asesinato de las diez personas como una presunta venganza por problemas que mantenía con ellos.

Las víctimas fueron demoradas por los policías en la noche del viernes, cuando se encontraban a las afueras de un negocio dedicado a la venta de productos básicos, en Alvaro Obregón, municipio vecino con la ciudad de Morelia, capital del estado. Asimismo, el fiscal Godoy señaló que la captura de Arreygue nada tiene que ver con algún tipo de venganza política, y obedece, en cambio, a la búsqueda de salvaguardar la seguridad de los habitantes de Michoacán. El Partido del Trabajo (PT), fuerza a la que pertenece el político inculpado, exigió a las autoridades de Michoacán que el alcalde sea sometido a un juicio justo.

Según se desprende de las primeras pesquisas, habitantes del poblado de San Juan Tararameo, ubicado a orillas del lago de Cuitzeo y cercano a Alvaro Obregón, encontraron los cuerpos calcinados de los hombres en una zona agrícola, a bordo de una camioneta que también fue incendiada. El Ministerio Público mexicano confirmó en un comunicado que las personas asesinadas murieron durante las primeras horas del sábado, en un terreno agrícola, a orillas del lago de Cuitzeo, cerca de Morelia. Agentes de la Policía Ministerial informaron que tres de las víctimas estaban en la cabina de una camioneta Toyota Tacoma sin patente, seis más fueron halladas amontonadas en la caja del vehículo y la décima estaba sobre el terreno, a dos metros del automotor. La camioneta quedó totalmente calcinada y personal de la fiscalía investiga la identidad de su propietario. Las autoridades localizaron a diez metros de los cadáveres una serie de tomas clandestinas en ductos de gasolina propiedad de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Por esa razón, una de las líneas de investigación apunta a que las víctimas habrían sido presuntamente traficantes de combustible, y fueron asesinadas por un grupo con el que se disputaban el control de las tomas clandestinas en la zona. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense en la ciudad de Morelia, donde serán sometidos a una necropsia para determinar si las víctimas estaban vivas o no al ser calcinadas.

Pemex informó de millonarias pérdidas por el robo de combustible en diversos puntos de Michoacán y Guanajuato, donde la gasolina y el diésel son comercializados por traficantes a menor costo que en las estaciones de servicio. La fiscalía del Estado determinó que en el robo de combustible también están relacionadas grupos narcos, que obligan a propietarios de estaciones de servicio a adquirir el combustible robado.

En el marco de la espiral de violencia que atraviesa México, un juez federal determinó la libertad bajo fianza de 29 civiles miembros de las autodefensas, quienes fueron detenidos en 2014 en Michoacán acusados del delito de violación a la ley federal de Armas de Fuego y Explosivos, informaron fuentes oficiales. El juez Sexto de Distrito, con sede en el municipio michoacano de Uruapan, aprobó que los 29 autodefensas puedan enfrentar el proceso penal en libertad.

Cuando fueron detenidas, el 9 de mayo de 2014, los miembros de las autodefensas llevaban rifles de asalto y otras armas utilizadas para enfrentar a narcotraficantes del cártel de Los Caballeros Templarios. Pero el gobierno mexicano detuvo a dos centenares de miembros de las autodefensas y los relacionó con grupos armados al servicio presuntamente de otros narcotraficantes que buscaron el control del tráfico de drogas tras el debilitamiento de Los Caballeros Templarios.

Por otra parte, la Fiscalía de la ciudad de México informó que se encuentra investigando el asesinato de una modelo colombiana de 23 años encontrada muerta en la calle, con golpes y desnuda, en un barrio de clase media de la capital. Según publicó ayer el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Instel) de Cali, Colombia, la joven era Stephanie Magón Ramírez, alumna de esa entidad y quien viajó a México “el pasado mayo en cumplimiento de un importante contrato y numerosos compromisos con agencias de publicidad en el país”.