El líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, pidió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez que se plantee desbloquear España. “Desde una oposición responsable y no populista, tanto el PSOE como Ciudadanos podemos desempeñar un papel clave para la estabilidad y el progreso de España”, apuntó el político en un artículo publicado en el diario El País. El dirigente de la formación liberal, que obtuvo 32 escaños en las elecciones del 26 de junio, dijo que a diferencia de muchos políticos y de muchos de sus propios líderes históricos, él no le va a pedir al PSOE que se abstenga o vote a favor en la investidura de Mariano Rajoy. “Es un partido autónomo, con miles de militantes, y con más historia que ninguna otra formación política española. El PSOE debe decidir por sí mismo”, señaló. Sin embargo, sostuvo, en política “muchas veces nos toca escoger entre la solución mala y la menos mala” y aunque Rajoy no sea el adecuado para liderar la nueva etapa, el país debe ponerse en marcha.

Como parte del proceso de formación de gobierno, el martes pasado Ciudadanos planteó seis condiciones al Partido Popular (PP), que ganó las elecciones del 26 de junio, a cambio de su apoyo en una hipotética votación de investidura. Rajoy decidió someter la propuesta a votación en el PP el miércoles. En las anteriores elecciones de diciembre de 2015, Rivera ofreció su apoyo al líder de los socialistas, quien no pudo formar gobierno tras no obtener apoyos suficientes. “Quiero reconocer que aquella decisión de Sánchez de decirle sí al Rey e intentar articular un gobierno frente a la pinza de bloqueo de (Pablo) Iglesias (líder del partido Podemos) y Rajoy fue necesaria y valiente”, manifestó.

Por estos días, Rajoy se encuentra en Galicia, su tierra natal, adonde viajó para tomarse unos días de vacaciones. En declaraciones a medios locales tras su paseo matinal de ayer, el presidente dijo que si se celebraran terceras elecciones, el crédito de España en el exterior quedaría muy dañado. “Sería una magnífica forma de que todos hiciéramos el ridículo”, consideró el político, quien aseguró que el hecho de no poder formar gobierno y que hasta el momento no se pudiesen aprobar los Presupuestos Generales del Estado, repercutiría negativamente en la economía y, por tanto, en la forma de vivir de los españoles.

Por otra parte, Rajoy contó que no tomará ninguna decisión acerca de las condiciones planteadas por Ciudadanos para votar a favor de su investidura hasta escuchar a todo el mundo y al Comité Ejecutivo del Partido Popular, que se reunirá el miércoles. “España necesita un gobierno ya”, repitió como un mantra durante toda la semana pasada Rajoy, tras más de ocho meses de incertidumbre política. El martes pasado, Ciudadanos planteó seis condiciones a la formación conservadora a cambio de su apoyo en una hipotética votación de investidura.

Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP, Pablo Casado, pidió ayer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que sea un hombre de Estado y facilite la investidura. “La sociedad española y los militantes socialistas no entenderían que si el PSOE le hubiera sacado 52 escaños y 2,5 millones de votos de ventaja al PP este partido llevara siete meses bloqueando la investidura e incluso, habría manifestaciones en Génova para reprochar esa actitud”, señaló.

“El resultado obtenido por el PP en las pasadas elecciones del 26 de junio hace que opte a liderar el gobierno y que Sánchez no deba hacer la ‘alternativa Frankenstein’ que algunos de sus barones ya ha denunciado”, indicó en referencia a un acuerdo con Podemos.

Asimismo, Casado se mostró optimista respecto de la posibilidad de que se registre un cambio en el posicionamiento de Sánchez, porque “es lo suficientemente responsable como para saber que tiene que anteponer los intereses de España, incluso los de su propio partido a los suyos propios y confío en que lo haga”.

En ese sentido, explicó que el rechazo de Sánchez a la abstención en una sesión de investidura puede deberse a la inmediatez de después de las elecciones o a una estrategia de cálculo interno de cara a un futuro congreso federal del PSOE.