EL MUNDO › PIEDAD CORDOBA HABLO SOBRE EL ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO Y LA GUERRILLA DE LAS FARC EN COLOMBIA

“Sigo empujando para lograr la paz”

Con autorización del entonces presidente Uribe, facilitó la liberación de rehenes de las FARC y comenzó la lucha por una salida negociada del conflicto. Por ello fue acusada de terrorista y de traidora a la patria.

Saluda seria, con firmeza. Lleva en la mano un celular desbordado de mensajes y se disculpa porque necesita responderlos con urgencia. Como parte de su herencia africana, decora su cabello con un pañuelo amarillo que celebra a gritos el orgullo por sus raíces negras. Tiene una piel morena y brillosa, que no deja entrever marcas de edad. Se vuelve a disculpar y corre el teléfono hacia un costado para distanciarse del ajetreo de su abultada agenda.

Piedad Córdoba, promotora de la paz en Colombia, visitó Buenos Aires esta semana como expositora en el foro “Los Medios de Comunicación como Garantes de la Paz y de los Derechos Humanos”, organizado por la Universidad Nacional de Lanús, oportunidad en la que dialogó con Página/12. La abogada y política colombiana, líder del movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, fue senadora desde 1994 hasta el 2010. Tiene un carácter fuerte, casi de bravucona, y el coraje para posicionarse radicalmente frente a la derecha. Debido a su labor, sufrió un secuestro por parte de grupos paramilitares colombianos (ordenado por el líder “para” Carlos Castaño Gil), que la obligó a vivir en el exilio por un tiempo, y al regresar sobrevivió a dos atentados contra su vida. Sin embargo, declaró gran cantidad de veces que no abandonaría de nuevo su país y se convirtió en una luchadora, quien junto al ex presidente de Venezuela Hugo Chávez, actuó de mediadora para la liberación de secuestrados en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Hace seis años la Procuraduría General de la Nación la destituyó de su cargo en el Congreso y la inhabilitó por 18 años para ejercer oficios gubernamentales por presunta colaboración con y promoción de actividades guerrilleras. A pesar de que la Corte Suprema declaró las pruebas presentadas como ilegales. Por su parte, el Ministerio Público la inhabilitó políticamente por 14 años en el 2012 porque dijeron que aportó 25 millones de pesos colombianos a la campaña de Ricardo Montenegro a la Cámara de Representantes en el 2010. “Hace pocos días el Consejo de Estado, a raíz de una demanda que interpuse, encontró que no había elementos probatorios que le den base legal a la decisión del procurador. No solamente se extralimitó, sino que se ensañó. Esto es importante porque fue una decisión arbitraria e injustificada, prácticamente delito de opinión”. Ahora, admite estar a la espera del 14 de septiembre, día que entrará en audiencia pública su inhabilitación de 14 años. “Es importante que quede habilitada porque le da solidez a las instituciones jurídicas, administrativas y judiciales del país. Sin embargo, no me puedo poner a pensar ahora en tener un cargo. La empresa de la paz entre el gobierno y las FARC es compleja y va a ocupar todo mi tiempo”.

Tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana, capital de Cuba, el gobierno colombiano y las FARC lograron el 24 de agosto un acuerdo de paz, que será rubricado definitivamente el próximo 26 de septiembre en Cartagena de Indias (Colombia) y se refrendará en un plebiscito convocado para el 2 de octubre. Piedad Córdoba, con autorización del ex presidente Álvaro Uribe, fue una de las facilitadoras que logró la liberación de rehenes de las FARC y que comenzó la lucha por una salida negociada del conflicto. A pesar de haber sido acusada de terrorista y de traidora a la patria por este acercamiento con la guerrilla, siguió presente en el escenario político colombiano. “Sigo empujando el esfuerzo para lograr la paz. Hay mucha expectativa y esperanza debido a que esto se logró con la presión de diferentes sectores sociales. El gobierno siempre creyó que la guerra podría lograr la paz, pero fueron 52 años de intentos fallidos. Por eso la decisión de la salida política es muy importante. Hay que creer que en Colombia se va a poder hacer política sin armas. Aunque va a ser difícil, no sólo por la reconciliación sino por la convivencia en el territorio”.

Córdoba apoya la inclusión de los guerrilleros en la política una vez que se hayan desarmado. No sólo por el movimiento político que derive de las FARC, afirma, sino también para otros sectores excluidos de la política. “Estoy totalmente de acuerdo con que ingresen a la política. Sobre todo porque a mí me dijeron que era terrorista por pensar diferente. Nadie hace una guerra de 50 años para después sentarse en su casa. Las FARC deben ingresar a la política y participar de la construcción social. Esta es una oportunidad para corregir errores pero también para plantear sueños, esperanzas y utopías”. Para Córdoba significa también una garantía de la profundización de la democracia y de que sectores que opinan diferente puedan expresarse y llegar al poder a pesar de ser opositores.

Si bien considera que se ha logrado un gran avance, advierte que no habrá una paz completa mientras la otra guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), no entre en las negociaciones. “Estoy muy comprometida con que el ELN se siente a la mesa de negociación. Yo fui quien llevó la primera carta del ELN al presidente Chávez para que llegase al gobierno nacional. Tengo una relación con ellos de mucho tiempo y oficié de garante para recibir personas de un secuestro masivo que hicieron. Le pedí autorización a Santos para lograr que el ELN se siente a discutir. El secuestro es una práctica degradante y no tiene apoyo de ninguna parte de la sociedad colombiana, ni del mundo. Incluso las Farc están por entregar este fin de semana a niños y niñas en su poder”.

Entrevista: Florencia Garibaldi.

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“Hay mucha expectativa y esperanza”, dice Piedad Córdoba.
Imagen: Rafael Yohai
 
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