EL MUNDO › ITALIA TEME EL REGRESO DEL TERRORISMO POLITICO
Esta reforma laboral mata
Presuntos brigadistas rojos asumieron ayer el asesinato de Marco Biagi, un economista que asesoraba al gobierno en su reforma laboral. Ya había sido asesinado un predecesor en 1999.
Por Rory Carroll *
Desde Roma
Silvio Berlusconi se comprometió ayer a seguir adelante con sus polémicas reformas del mercado laboral, desafiando a los asesinos que mataron antenoche a uno de los autores de las nuevas propuestas, lo que provocó el temor a una vuelta del terrorismo político. El primer ministro italiano dijo que Marco Biagi, un economista que fue asesinado en la puerta de su casa en Bologna, en lo que parece ser un ataque contra el gobierno de centroderecha al que asesoraba, recibiría un funeral de Estado.
El asesinato conmovió a los líderes políticos y de los sindicatos, que habían estado preparándose para una prueba de fuerzas contra los cambios, que facilitarían el despido de los trabajadores. Los sindicatos llamaron a una huelga general de dos horas ayer para protestar por el asesinato, pero prometieron continuar oponiéndose a las propuestas. Berlusconi invitó a los líderes a reanudar el diálogo con el gobierno y los empleadores para aliviar la tensión.
Dos hombres en motocicleta emboscaron a Biagi, de 52 años, cuando volvía a casa desde su trabajo el martes por la noche. Dispararon por lo menos tres tiros. Uno hizo blanco en el cuello, el otro en el pecho. Murió camino al hospital. El ataque llevaba el sello de los sucesores de las Brigadas Rojas, un grupo de extrema izquierda cuyas bombas y balas aterraron a Italia en las décadas de los ‘70 y los ‘80. El Papa se unió a la condena de lo que el gobierno describió como un ataque a la democracia italiana. Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea y ex primer ministro italiano, dijo que regresaría a su ciudad natal de Bologna para llorar la muerte de un amigo y asesor político. “Estoy abrumado por los recuerdos personales y por pensamientos sobre el futuro”, dijo Prodi.
Fuentes policiales dijeron que el grupo que asesinó a Biagi probablemente era el mismo que había asesinado a otro consejero del Ministerio de Trabajo, Massimo D’Antona, en 1999, en un momento en que el entonces gobierno de centroizquierda estaba considerando otra reforma laboral. Ocho personas sospechosas de formar una nueva Brigada Roja fueron arrestadas, pero no condenadas, por la muerte de D’Antona. “Me resulta imposible no ver la relación –dijo Prodi–. Tienen el mismo rol y la misma función pero el momento histórico es muy diferente. Pero parece haber una vena de odio que no podemos erradicar.”
El ministro de Interior, Claudio Scajola, regresó desde Nueva York para informar al Parlamento. “Los asesinos están tratando de socavar la democracia –sostuvo–. Este asesinato bestial y cobarde de un hombre que cultivó sus ideas con nobleza y coraje, ha golpeado a todo el país.” Se supo que los servicios de inteligencia sabían que Biagi, padre de dos niños, era un blanco potencial, pero no le asignaron guardaespaldas. Ayer se encontró una estrella de cinco puntas, la marca de las Brigadas Rojas, marcada cerca de su casa, y una llamada anónima reivindicó anoche el hecho en nombre de la formación.
Un informe de inteligencia presentado al Parlamento la semana pasada advertía de los riesgos de ataques a gente ligada a las políticas internas y externas del gobierno, incluyendo a gente “del mundo político, sindical o empresario que están más comprometidos con las reformas laborales, económicas y sociales, especialmente aquellas que juegan un rol crucial como expertos o asesores”. A los diarios se les pidió varias semanas atrás que dejaran de identificar a Biagi, un asesor del ministro de Trabajo Roberto Maroni, como uno de los autores clave de las reformas.
Conferencista en la Universidad de Módena y en la Universidad John Hopkins en Bologna, se decía que era uno de los autores de un documento conjunto sobre la reforma laboral del mercado europeo aceptada el mes pasado por Berlusconi y Tony Blair. Escribió una editorial sobre las reformas en la primera página del ejemplar del martes del diario empresarial Il Sole 24 Ore. Berlusconi llamó a la unidad ayer, aunque prometió seguir adelante con la reforma del artículo 18, que losempleadores dicen que estrangula a las empresas al brindar efectivamente empleos de por vida a los empleados.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère