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Por Graham Usher
Desde Jerusalén

Con un letal sentido de la oportunidad, un suicida palestino mató ayer a siete israelíes, planteando el desafío más grave hasta el momento al objetivo de la misión norteamericana encabezada por Anthony Zinni: lograr un cese del fuego. Aparentemente, este intento fracasó. Israel dijo que no tomaría represalias de inmediato y aceptó concurrir a una reunión con Zinni y la Autoridad Palestina para acordar la implementación del plan de tregua diseñado por el jefe de la CIA, George Tenet, el año pasado. Ayer había habido esperanzas de que se declarara un cese del fuego formal en ese encuentro, lo que no ocurrió, aunque las partes quedaron en volver a reunirse en una fecha indeterminada.
El ataque se produjo ayer temprano, cerca de un cruce en las afueras de Um el Fahim, un poblado palestino en Galilea. Los testigos relataron que un palestino barbudo con un grueso saco de invierno abordó un ómnibus repleto de pasajeros en una hora pico; muchos de ellos eran árabeisraelíes. El suicida fue encarado por otro pasajero, tras lo cual hizo estallar el explosivo. “Todo se volvió negro y luego, segundos después, el humo se despejó. Todos estaban gritando y llorando”, declaró un camionero llamado Nahum Borochov a Radio Israel. Cuatro de los muertos eran soldados israelíes. Y hubo dos palestinos entre los heridos más graves.
La Jihad Islámica se adjudicó el hecho y dijo que no acatará un cese del fuego. Mahmoud Tawalbi, su líder en Jenin, Cisjordania, dijo que “tuve el honor de organizar este ataque y quiero decirles a los israelíes que mientras Sharon siga matando palestinos, nosotros mataremos israelíes”. Tawalwi, que fue liberado de la cárcel por la Autoridad Palestina después de los ataques israelíes contra la prisión donde se encontraba, ocupa un lugar destacado en la lista de los hombres buscados por Israel. La Jihad Islámica dijo que Rafat Abu Diyak, de 20 años, oriundo de Jenin, llevó a cabo la “operación” en venganza por el asesinato israelí de activistas de la Jihad. El primer ministro israelí Ariel Sharon rápidamente culpó al líder palestino Yasser Arafat. Y señaló: “No ha tomado ninguna medida (para asegurar el cese del fuego). No ha dado ninguna orden”. Sharon dijo que Israel tomaría “todas las medidas necesarias”, pero hasta anoche no había habido represalias, probablemente en consideración a la reunión de seguridad. Tampoco se supo si para Sharon este ataque significa que se prohibirá la salida de Arafat de Cisjordania para asistir a la cumbre árabe a realizarse en Beirut el 27 de marzo.
La Autoridad Palestina condenó el ataque y en un llamado, inusual por lo franco, instó a los palestinos a no atacar civiles en Israel. “La opinión mundial, que se mantuvo del lado de los palestinos durante la ofensiva israelí contra civiles palestinos, nunca aceptará ataques palestinos contra civiles dentro de Israel, aun si Israel continúa con sus bloqueos y asesinatos contra civiles”, dijo. Y agregó: “No debemos darles a los extremistas israelíes una excusa para continuar su agresión contra nosotros”.
Aún no está claro qué impacto tendrá este ataque en las negociaciones sobre el cese del fuego o con respecto a la declaración del vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, quien dijo el martes que estaría dispuesto a reunirse con Arafat para ayudar a la misión de Zinni. El plan de Tenet obliga a Israel a retirarse de las áreas de la Autoridad Palestina, a finalizar sus ataques contra las posiciones de seguridad de la AP y a disminuir su bloqueo contra las ciudades, los poblados y los campos de refugiados palestinos. A la vez, obliga a la AP a arrestar a los palestinos involucrados en “actividades terroristas”, a desarmar todas las milicias no oficiales y a terminar con la “incitación” en sus medios de prensa.
La discusión es sobre qué debe suceder primero. La AP dice que sin un mejoramiento tangible para los palestinos comunes, no habrá accionescontra las milicias. Israel dice que no aflojará los bloqueos mientras la AP no actúe contra grupos como Jihad Islámica.

Traducción: Verónica Gago