[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Más de 3000 refugiados huyeron ayer de un incendio que se produjo en el campamento de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, durante una refriega entre sus ocupantes, según informaron medios griegos. En la refriega participaron refugiados de distintas nacionalidades, informó el periódico online I Efimerida. No hubo reportes sobre heridos.

Fuerzas de seguridad trasladaron a los niños a otro campamento informó el sitio local Lesvos News. Luego comenzaron a huir más refugiados hacia la ciudad de Mitilene, capital de la isla. Los migrantes demandaron que se les permitiera viajar a Atenas. Los refugiados permanecen en los centros de refugiados griegos, conocidos como “hotspots”, a la espera de ser deportados de nuevo a Turquía, como parte del acuerdo entre el país y la Unión Europea (UE).

Un video subido a las redes sociales y supuestamente grabado en el lugar de los hechos muestra grandes llamaradas que envolvían las tiendas y otras estructuras. Moria fue erigido para albergar a 1500 personas, pero se encuentra ampliamente sobrepoblado.

Lesbos es la tercera isla de mayor tamaño de Grecia, tras Creta y Euboea. En el punto máximo de la crisis de inmigrantes el año pasado, más de 700 personas llegaban a sus costas por día. Actualmente, unos 5500 refugiados y otros inmigrantes permanecen en la isla.

Por otra parte, militantes del partido neonazi Amanecer Dorado, que participaban en una protesta de 400 vecinos cerca de un centro de registro de refugiados de la isla griega de Lesbos, agredieron ayer a tres estudiantes e hirieron a una de ellas, según los medios locales.

El grupo de neonazis estaba en la cola de esa marcha, que protestaba contra la permanencia de los refugiados en el centro de Moria y pedía su traslado a la parte continental del país.

Mientras la manifestación estaba frente al mercado de la Mitilene, capital de la isla, los neonazis pidieron inicialmente a tres estudiantes que se marcharan y después las agredieron y provocaron heridas leves a una de ellas, que trabaja como voluntaria en Moria.

Según contó la periodista Pasianu, de un periódico local, el ataque “lo presenciaron agentes de Policía, que no intervinieron”.