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El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, presentó ajustes a su plan de gobierno durante la toma de posesión de un nuevo equipo de ministros de corte independiente y expresó que en las próximas horas expedirá la convocatoria a un referéndum para definir el futuro del gas boliviano. El mandatario se comprometió a modificar la ley de Hidrocarburos y a organizar una Asamblea Constituyente. Mesa dijo que autorizará la venta de gas a Argentina de 4 millones de metros cúbicos de gas natural, prorrogables y por seis meses , con la condición que “ni una sola molécula sea revendida a Chile”. Respondió así a la nueva crisis política provocada por el delicado tema del gas, el mismo que en octubre del año pasado precipitó la caída de su antecesor Gonzalo Sánchez de Lozada a raíz de una violenta explosión social.
El gabinete de ministros presentó ayer su carta de renuncia, abriendo paso a una recomposición del equipo ministerial. La crisis había estallado tras la dimisión el fin de semana del ministro de Minería e Hidrocarburos, Antonio Araníbar, acosado por los sindicatos y los partidos y en aparente pugna con su colega de Desarrollo Económico, Xavier Nogales. Este representa la postura de la derecha y los intereses de los consorcios, según Tommy Durán, dirigente del Movimiento Bolivia Libre (MBL), de izquierda moderada, del cual Araníbar es fundador y ex jefe.
Araníbar, ex canciller del primer gobierno de Sánchez de Lozada, fue duramente cuestionado por los partidos y los sindicatos por haber participado en una operación supuestamente irregular que favoreció a la petrolera Enron en desmedro del Estado. Las críticas al ex canciller aumentaron porque el presidente Mesa le encargó negociar un contrato de exportación de gas natural a la Argentina, cuando en el país se exige la aprobación de una nueva Ley de Hidrocarburos y está en preparación un referéndum para decidir el futuro de las reservas energéticas del país. Además, los sindicatos y una comisión del Congreso sospechan que la exportación de gas a la Argentina está destinada a paliar el déficit de energía de Chile, país con el que Bolivia mantiene un centenario diferendo marítimo y con el cual carece de relaciones diplomáticas hace un cuarto de siglo.
Antes, la unitaria Central Obrera (COB) había llamado a una jornada de protesta en oposición a una eventual exportación de gas a la Argentina. Los sindicatos exigen además la modificación de la Ley de Hidrocarburos que, según su entender, favorece ampliamente a las transnacionales petroleras en desmedro del interés nacional. El dirigente de la COB, Jaime Solares había anunciado una huelga indefinida desde el próximo 2 de mayo, si hasta entonces el gobierno no modifica la legislación. Por otro lado, la prensa mencionó la salida del ministro de Gobierno, Alfonso Ferrufino, por presuntas presiones de la Embajada de EE.UU., que observó la política antidrogas.