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Por Philip Willan*
Desde Roma

La tortura puede ser aceptable siempre y cuando sea administrada en pequeñas dosis, según un escandaloso proyecto de ley actualmente en discusión en el Parlamento italiano que ha enfurecido a las organizaciones de derechos humanos. Ayer, la Cámara de Diputados pasó una enmienda al proyecto de ley que parlamentarios de la oposición denunciaron como una luz verde para la tortura “limitada”, pero el oficialismo dijo que era esencial para permitir que la policía cumpliera con sus deberes efectivamente.
La enmienda, propuesta para su discusión por la Liga del Norte, de extrema derecha, dice que la violencia y las amenazas deben ser utilizadas repetidamente para que sean calificadas como tortura. La Liga, que apoya al gobierno de Silvio Berlusconi, dijo que la redacción previa había estado excesivamente influenciada por el espectáculo de violencia en la caótica cumbre del G8 en Génova hace tres años. “No estamos del lado de los torturadores, pero tenemos que dejar en claro que no apoyamos a aquellos que quieren criminalizar a la policía, haciendo que su tarea sea prácticamente imposible”, dijo Carolina Lussana, el miembro del Parlamento de la Liga que hizo el borrador de la enmienda. Marco Bertotto, el presidente de la sección italiana de Amnesty International, dijo que la nueva ley no respetaba los términos de una convención de las Naciones Unidas sobre la tortura que fue ratificada en Italia en 1988. Dijo que era inaceptable sugerir que la violencia no constituía tortura salvo que fuera reiterada. “¿Cuántas veces hay que torturar a alguien antes de que se pueda hablar de tortura?”, preguntó.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.