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El Senado de Brasil rechazó la prohibición de los bingos decretada en respuesta a un escándalo de corrupción que había estallado en el entorno del jefe de Gabinete, José Dirceu. El gobierno reafirmó su decisión de mantenerlos cerrados, haciendo notar que esos locales ya eran ilegales antes del decreto del presidente Lula da Silva, porque funcionaban al amparo de leyes de los estados, en contradicción con la legislación federal.
“El gobierno considera que (la votación) perjudica parcialmente el esfuerzo para la prohibición de los bingos”, y por ello presentará medidas que permitan reforzar la prohibición, dijo el ministro de Coordinación Política, Aldo Rebelo. La medida fue rechazada por un voto –32 a 31, y 3 abstenciones– y con el apoyo de siete senadores de la alianza en el poder: 6 del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (centro-derecha, PMDB) y uno del Partido Liberal (PL, derecha), del vicepresidente José Alencar.