EL MUNDO › RECRUDECE LA VIOLENCIA EN LAS CIUDADES DE NAJAF, KERBALA Y BAGDAD
Combates, coche bomba y más muerte
Por Justin Huggler *
Desde Bagdad
En lo que parecía ser una importante ofensiva, se libraron combates en los alrededores de las ciudades santas de Najaf y Kerbala ayer cuando fuerzas norteamericanas atacaron a milicianos leales al clérigo chiíta Muqtada al Sadr. Al menos 41 milicianos de la milicia de Mehdi murieron en fuertes combates en Kufa, el fuerte de Al Sadr al este de Najaf. La ofensiva norteamericana ocurrió después de que un atentado suicida perpetrado con un coche bomba en las puertas de la principal sede norteamericana en Bagdad matara al menos seis iraquíes y un soldado estadounidense, además del kamikaze. Un grupo vinculado a Al Qaida asumió la autoría del atentado. Luego del recrudecimiento de la violencia en Irak después de algunos días de calma relativa, llegaron noticias de otro secuestro, esta vez de un iraquí-norteamericano.
El ataque norteamericano sobre las fuerzas de Al Sadr fue lanzado después de semanas de un tenso retiro alrededor de las ciudades santas chiítas al sur de Bagdad. Con la batalla por el control del fuerte sunita de Faluja aparentemente terminada, al menos por ahora, los norteamericanos parecen haber decidido tomar acciones contra Al Sadr, quien ha declarado abiertamente una rebelión chiíta contra la ocupación de Estados Unidos. Pero, al ir en busca del clérigo en el interior de las ciudades santas, las fuerzas estadounidenses se arriesgan a abrir una herida tan simbólica y dañina a su ocupación de Irak, como lo hicieron con el bombardeo feroz que mató a gran cantidad de civiles la semana pasada en Faluja. Najaf y Kerbala son sitios de los más sagrados del mundo chiíta y, si las fuerzas estadounidenses abren fuego sobre ellas, como lo hicieron en Faluja, podrían encender una fuerte rebelión chiíta. Al Sadr ha pasado por lo menos algunas de las últimas semanas atrincherado en el santuario de Imán Ali, el sitio más sagrado de Najaf.
Hubo señales de que los norteamericanos tenían toda la intención de evitar combates cerca de los santuarios ayer, ya que los soldados deliberadamente llevaron a cabo una maniobra fingida para sacar a los milicianos de Najaf. Las fuerzas estadounidenses atacaron Kufa, el fuerte de Al Sadr al este de Najaf, sacando a sus milicianos que corrieron a defender el área, según el ejército norteamericano. Al menos 41 milicianos murieron en los combates y, mientras estaban ocupados allí, las fuerzas norteamericanas recapturaron la sede del gobernador de Najaf, un importante signo de control de la ciudad, que había estado bajo el mando del ejército de Mehdi desde hacía algún tiempo. Mientras las fuerzas norteamericanas recapturaban la sede del gobernador, el administrador norteamericano de la ocupación en Bagdad, Paul Bremer, designó con un poco de teatro a un nuevo gobernador para la ciudad. En Kerbala, los ruidos de las explosiones se escuchaban mientras tanques norteamericanos atacaban a los milicianos del ejército de Mehdi. Un miliciano chiíta murió y otras nueve personas, la mayoría civiles, resultaron heridas.
El coche bomba de ayer en Bagdad evidencia la vulnerabilidad de los estadounidenses. La explosión ocurrió en una de las entradas de la Zona Verde –el complejo de los palacios de Saddam que hoy es la base de las autoridades de la ocupación y el lugar más custodiado de Irak–. El ataque de los rebeldes prueba que, a pesar de la fuerte seguridad, son capaces de golpear aún en ese lugar. Un suicida condujo un típico taxi naranja y blanco de Bagdad hasta el punto de control norteamericano y detonó los explosivos que estaban escondidos en su interior. La explosión fue masiva, haciendo eco a través de la ciudad y rompiendo las ventanas de edificios cercanos por la ola expansiva. Una torre de guardia norteamericana en el puesto de control fue demolida. Fue el primer ataque a escala en la capital en semanas. El grupo del activista jordano Abu Musab al Zarqawi, al que EE.UU. vincula con la red terrorista internacional Al Qaida, asumió la autoría del ataque.
En otro acontecimiento que hace temblar a los extranjeros en Irak, un ciudadano norteamericano de origen iraquí fue tomado ayer de rehén. Aunque muchos iraquíes han sido secuestrados por un rescate, Aban Elias podría ser la primera persona de origen iraquí que es secuestrada por razones políticas. Los motivos de los secuestrados no son del todo claros, no hicieron demandas, pero enviaron un video de Elias al canal árabe Al Arabiya. En la grabación, se ve a Elias, claramente asustado, con los ojos vendados con un keffiyeh, un pañuelo de cuadros blancos y negros como los que suelen llevar los palestinos. Se identifica diciendo que viene de Denver, en el estado de Colorado, y que es un ingeniero civil que trabaja en Bagdad para el Pentágono. El Departamento de Estado norteamericano confirmó este nuevo secuestro.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.