EL MUNDO
“Esperamos que ahora surjan las fuerzas que quieran hablar de paz”
El portavoz del premier Ariel Sharon, Raanán Gissin, explica por qué su gobierno comenzó esta ofensiva a gran escala y rechaza que se quiera matar a Arafat. “Pero los que están con él no tienen inmunidad. Vamos a ir por ellos, pero el cuándo y el cómo nos lo reservamos.”
Por Angeles Espinosa *
Desde Jerusalén
La sociedad israelí no se ha echado las manos a la cabeza por la decisión de su primer ministro, Ariel Sharon, de sitiar a Yasser Arafat. Lo que sí está provocando debate entre los columnistas y políticos es el objetivo último de esa decisión. El portavoz y hombre de confianza de Sharon, Raanán Gissin, aceptó el domingo comentar su estrategia con este diario. Gissin no negó que la idea inicial de Sharon fuera echar a Arafat de los territorios palestinos, pero aseguró que no es el objetivo “en este momento”. “Esperamos que surjan otras fuerzas que quieran hablar de paz”, aseguró respecto del objetivo del aislamiento. También declaró que el respeto a la integridad física de Arafat no se extiende a quienes están buscados por Israel y se amparan en el entorno del líder palestino. “Tenemos que acabar con los atentados suicidas”, justificó.
–Su primer ministro dijo que quería aislar a Arafat. Ahora que ya lo ha conseguido, ¿cuál es el siguiente paso?
–Tengo que aclarar que el aislamiento no es el principal objetivo, sino un resultado. Lo que queremos es acabar con el terrorismo, sus organizaciones y la coalición terrorista que Arafat ha puesto en pie en los últimos 18 meses. Arafat no ha hecho nada por un alto el fuego ni para prevenir los ataques terroristas. Por eso hemos querido neutralizarle. Al menos, si no hace nada bueno, que no haga nada malo. A pesar de ello, nos hemos comprometido a respetar su integridad física y no hemos entrado en sus oficinas personales, digan lo que digan los palestinos. Eso no significa que quienes estén con él vayan a tener inmunidad. Vamos a ir a por ellos, pero el cuándo y el cómo nos lo reservamos para nosotros.
–En todo caso, su situación no puede prolongarse mucho. En dos días, una semana o un mes, tendrán que decidir qué hacer con él.
–Cuando hayamos conseguido lo que pretendíamos, la destrucción de la infraestructura terrorista en Ramalá, esperamos que surjan fuerzas que quieran hablar de paz. Existen ahora, pero tienen miedo de expresarse por la amenaza del terrorismo, de los atentados suicidas. Tenemos que acabar con ellos. Se trata de una obra de la OLP, no de Bin Laden, que los ha copiado. Entonces sacaremos nuestras fuerzas porque no pretendemos quedarnos. Cuanto antes acabemos con la infraestructura terrorista, antes nos iremos.
–Han movilizado a 20.000 reservistas y eso es muy costoso. ¿Cuánto tiempo puede aguantar ese esfuerzo la sociedad israelí?
–Permítame aclarar que necesitamos una gran movilización para evitar las víctimas civiles. Porque cuanto mayor es la fuerza desplegada, menos probabilidades hay de que se produzcan enfrentamientos y, en consecuencia, bajas civiles, y a la inversa. En cuanto a su pregunta, somos una sociedad que ha sobrevivido 4000 años en nuestra tierra ancestral (estábamos aquí antes de Jesucristo) y hemos mantenido la vida judía. A pesar de las persecuciones, el exilio, las matanzas y el holocausto, que acabó con un tercio de nuestra población, hemos sido capaces de volver a nuestra tierra. Estamos celebrando ahora la Pascua judía, que conmemora nuestra expulsión de Egipto. Arafat es un faraón moderno y, de la misma forma que el faraón fracasó, Arafat también fracasará.
–¿Se sienten respaldados por las declaraciones de Bush el pasado sábado?
–Estados Unidos está combatiendo el terrorismo en nombre del mundo porque hay un riesgo para las sociedades civilizadas. Así que apoya y entiende plenamente lo que Israel está haciendo hoy. De la misma forma que sus operaciones contra Al-Qaida en Asia, y no sólo en Afganistán, no significan que tengan nada contra los gobiernos de Pakistán o Indonesia, nosotros tampoco queremos destruir la administración de la Autoridad Palestina. Sólo queremos acabar con el terrorismo. La AP no lo hace. Alguien tiene que hacerlo. Tenemos que hacerlo.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.